Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Recibí la visita de la señora Carmen Segura, quien radica en la ciudad de Hunucmá y vino a Mérida a conocer el Museo Paranormal; me comentó que ella es la persona que hace casi un año me envió un correo electrónico con relación a la aparición fantasmal de su sobrino.

De hecho, me dijo que apenas dos días antes se había cumplido un aniversario más de su muerte y que de nuevo se había dado una manifestación paranormal, pues en la mañana había amanecido la cocina con todo revuelto:

“Vasos, platos, cucharas, más de 40 utensilios amanecieron tirados en el piso, revueltos, eso si nada estaba roto, no hay gatos en esa casa ni mascotas ni niños pequeños, sabemos que fue el alma en pena de mi sobrino que sigue de bromista”, dijo.

Todo empezó hace 20 años: “Mi sobrino tenía apenas 19 años de edad, era muy carismático y querido por toda nuestra familia y por todos sus amigos, con toda una vida por delante; por desgracia, una noche estaba en un auto de un amigo suyo que se voló un alto y tuvo un fatal choque en donde perdió la vida.

“Ya se imaginarán el llanto y el dolor de toda la familia por esta repentina pérdida, era el hijo único de mi hermana y pues sufrimos mucho por su muerte; tras el velorio y el entierro todo transcurrió con normalidad, en las reuniones siempre recordábamos con tristeza es cierto, pero también con cierta alegría todos los momentos felices que nos hizo pasar.

“Justo cuando se cumplió un año de su muerte, se le hizo un rosario, y ante la vista incrédula de más de 30 personas que estábamos en el rezo, de pronto se cayó su foto que teníamos puesto en un pequeño altar; al mismo tiempo, escuchamos un chiflido característico que él hacía cuando vivía, la mitad de los presentes en la sala lo escuchamos así que no pudo tratarse de sugestión de alguno de nosotros.

“En seguida vinieron los comentarios encontrados, pues mientras unos decían que nuestro familiar se estaba manifestando porque estaba feliz en que se le recordara, otros decían que estaba penando y su alma no descansaba en paz, los más prudentes solo comentaron que a lo mejor todo fue una casualidad, aunque sabíamos que esto último no podía ser.

Seguros de que es su familiar

“Tras todo esto ya no pasó nada, lo comentábamos de vez en cuando y justo al celebrarse el segundo aniversario de su muerte, de nuevo empezaron a ocurrir cosas extrañas en su casa. A mí no me lo contaron, yo lo viví, por lo que puedo decir que no son chismes ni exageraciones. Yo, en ese entonces, vivía en casa de mi hermana (ahí es donde vivió mi sobrino toda su vida hasta antes de la tragedia) y desde temprano nos tocó ver cómo de pronto los muebles de la sala se movían solos, una silleta empezó a mecerse sin que hubiera viento y su foto, la misma que un año antes se cayó le pasó lo mismo, ¡volvió a caerse!

“Para no hacerles largo el relato, en los últimos 20 años, al menos en diez de esos aniversarios, han ocurrido cosas inexplicables. A estas alturas estamos todos seguros que se trata de nuestro querido familiar, pero nos da mucha incertidumbre y queremos saber si se está tratando de comunicar con nosotros porque quiere o necesita algo, o bien, sólo es una forma de decir 'presente' o de agradecer que aún lo recordemos con tanto cariño.

“Siempre que llega esta fecha estamos muy pendientes, y ahora pues bueno fue la cocina la víctima de sus bromas, la verdad creo que aún sigue pendiente de nosotros y espero que un día por fin pueda descansar aunque extrañaremos sus travesuras”, finalizó.