Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Prácticamente, no existe carretera en Yucatán donde no haya ocurrido algún accidente trágico donde hayan muerto una o varias personas y como recuerdo fúnebre de las víctimas se erigen los llamados nichos a lo largo y ancho de las vías terrestres.

Hoy hablaré de un caso paranormal que ocurre en el kilómetro 74 de la carretera a Celestún, el cual se da a raíz de la muerte de 4 jóvenes futbolistas.

Este fenómeno ha sido reportado desde hace varios años por la Policía Municipal del puerto, así como también por el público en general que ha visto los espíritus de al menos dos de los fallecidos.

Todo inicia en el año 2001, cuando un grupo de futbolistas celestúnenses venía a bordo de una camioneta, de regreso al puerto, luego de jugar un partido dominical en Kinchil, municipio ubicado a media hora de ahí, cuando estalló la llanta delantera del vehículo.

Esto causó que la camioneta volcara, se metiera al monte y acabara dando volteretas, dando muerte a cuatro jóvenes y lesionara a varios más.

Experiencia traumática

Desde esa fecha, hasta ahora, son decenas de personas las que han visto, al menos, dos personas vestidas con uniforme deportivo y un balón, incluso, pidiendo aventón, pero de pronto desaparecen.

Esta experiencia ha sido tan traumática para algunos automovilistas que supieron de la tragedia, que incluso ha tenido repercusiones laborales, como lo cuenta el policía que entrevisté en Celestún hace un tiempo:

“Había un empleado del Ayuntamiento, de la administración antepasada, que se desempeñaba como chofer y casi todos los días tenía que pasar por ahí, hasta que en una de esas vio a los futbolistas y fue tal el miedo que sintió que de inmediato renunció a su trabajo. Esto fue confirmado por las autoridades”.

Cuando acudí al lugar de los hechos (el kilómetro 74 de esa angosta carretera, la única para llegar al puerto de Celestún) mi objetivo fue corroborar si algunas ramas de árboles o letreros pudieran confundirse con personas, ya que en ocasiones pueden dar la apariencia de una silueta humana, sobre todo por las noches y por ello pensar que es un “fantasma”.

Esto lo descarté casi de inmediato al llegar e inspeccionar el sitio, además, es poco probable cuando el reporte llega de personas que transitan con frecuencia por ahí, tanto de día como de noche y están familiarizados con la zona.

En el lugar de los hechos pudimos ver el nicho erigido en memoria de las víctimas, recorrimos el sitio tanto de día como de noche, con cámaras de video y grabadoras de audio, pero no se obtuvo evidencia paranormal en las pocas horas que estuvimos ahí; no permanecimos mucho tiempo debido a que es una vía angosta y no hay lugar dónde estacionarse, sin embargo, un ambiente tenso se sintió en una de las visitas, ahí pudimos ver los dos nichos que se erigen en memoria de los infortunados jóvenes.

Un Celestúnense, que también laboró en la policía municipal, me comentó que uno de los difuntos tenía planes de casarse y quizás sea él quien se aparece en su desesperación por haber muerto de forma tan intempestiva.

Asegura haber escuchado gritos y lamentos en esa zona, como si se estuviera repitiendo la tragedia, lo que ha propiciado que muchos conductores eviten viajar de noche por temor a oir o ver algo que les causara terror y hasta un posible accidente.

Hasta la fecha continúan dándose, aunque de manera esporádica, los reportes de las apariciones de estos cuatro desafortunados jóvenes, quizás aún están a la espera de algo o alguien, para cruzar hacia la luz.

Este es un caso que no se ha concluido y espero regresar pronto para buscar evidencias y tratar de cerrarlo.