Quienes causamos alta en el Seguro Social en junio de 1997 o incluso antes, y si para entonces teníamos 25 años de edad, hoy día debemos tener alrededor de 45 años. Estos datos nos indican que los trabajadores llamados “generación en transición” aún necesitamos cotizar entre 15 y 19 años para tener derecho a una pensión de cesantía, o 20, para la de vejez.

En el tiempo que aún les falta para pensionarse, los trabajadores de la “generación transición” tienen la posibilidad de desarrollar una eficaz estrategia que les permita construir una generosa y digna pensión.

¿Qué deben de hacer?

Primero, no dejar de cotizar en los años que les faltan para pensionarse, pues en ese plazo bien pueden acumular entre 750 y mil semanas más de cotización.

Por el momento, el salario base con que se cotiza en el IMSS no es tan determinante, pero sí lo es acumular más y más semanas; por ello, si hoy tiene un trabajo, a darle gracias al Creador y conservarlo como un divino tesoro.

Segundo, dado que no somos dueños de nuestro puesto de trabajo, es preciso ahorrar parte de nuestro ingreso por si llegamos a perder el empleo; al tener ahorro, no será necesario retirar dinero de la afore y, además, nos permitirá causar alta en el IMSS en la Continuación Voluntaria o Modalidad 40.

No retirar dinero de la afore y causar alta en el régimen obligatorio cuando se ha perdido el empleo son las acciones más prudentes y acertadas que podamos hacer.

También es importante que sepamos que, si hemos hecho algún retiro por desempleo de nuestro ahorro para el retiro administrado por la afore, debemos devolver ese dinero tan pronto sea posible, para así recuperar las semanas de cotización disminuidas por el o los retiros por desempleo que hubiéramos hecho.

Tercero, la otra inmejorable acción a emprender es que, en los 5 años previos a la edad elegida para causar baja y tramitar la pensión, hay que cotizar en el IMSS con el salario más alto posible (25 UMA).

Las acciones sugeridas: no dejar de cotizar en la recta final de nuestra vida laboral; no retirar dinero de la afore al perder el empleo o devolverlo si es que lo hubiéramos retirado; darnos de alta en la Continuación Voluntaria o Modalidad 40, en los 5 años previos a pensionarnos, y cotizar con el salario máximo permitido, son acciones que nos garantizarán la mejor de las pensiones y una vejez desahogada, solvente e independiente.

Para los que somos “generación en transición”, en nuestras manos está diseñar y construir un futuro mejor, para que “el día que seamos adultos mayores y gocemos de una generosa pensión, jamás nos falte cariño”.