Cecilia Ricardez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Con el gen de los negocios y la creatividad para el diseño en la sangre, por su ascendencia libanesa y una tradición familiar en materia de accesorios y manualidades, Gertrudis Abdala tenía las bases para emprender.

Desde niña comenzó pequeños proyectos que iban desde venta de galletas, pulseras y cualquier artículo del que pudiera obtener una ganancia,  al tiempo que aprendía de su abuela el valor  de crear artículos únicos para las mujeres en uno de los días más especiales de sus vidas: la boda.

De manera autodidacta y de la mano de su familia asesorando su formación en la confección de accesorios, desarrolló la habilidad para crear diseños únicos, pero fue hasta su juventud cuando vio una oportunidad de negocio, al observar que el mercado yucateco no contaba con piezas que complementaran los vestidos de novias a la medida de las necesidades de las clientas y decidió emprender una marca con su nombre.

Actualmente su firma también connota elegancia, buen gusto y originalidad, no solo en piezas que complementan el atuendo de la novia, sino también en vestidos para bodas, de noche y de coctail.

¿Cómo entraste a la industria de la moda?

Viví empapada del tema de la moda, sin pensarlo ya tenía marcado el camino. Mi abuela era muy reconocida por hacer vestidos de novia y de noche, recuerdo que desde niña me encantaba recortar encaje con ella, aprender y ver las pruebas de los vestidos de las novias, así que el gusto lo traía desde siempre, pero fue hasta hace nueve años cuando detecté como oportunidad la necesidad de muchas novias, que no encontraban complementos que fueran ideales para sus vestidos ni en Mérida ni en el país y además no tenían la confianza de pedirlos por internet, porque todavía no era común usarlo para comprar porque había desconfianza.

Entonces pensé: tengo la capacidad, la facilidad para hacer accesorios y me inicié en el negocio. Al ver que no había tampoco piezas para niñas junto con mi mamá  y mi hermana fundé una marca de accesorios infantiles Niñas Chokolate y luego lancé la de novias ya de manera independiente y con mi nombre, haciendo diseños selectos, elegantes y orginales,

¿Cómo fue naciendo tu marca?

En 2009 surge Gertrudis Abdala Accesorios, trabajaba en mi cuarto y desde entonces cuidaba mucho el detalle de los materiales y hasta la presentación porque pensando en la boda y que es un día especial no se podía entregar como cualquier cosa. Tomando en cuenta que el diseño está propenso a que lo copien, decidí que tenía que tener mi marca, cuidar mi imagen y comenzar los procesos de registro. Al principio distribuía en una joyería, luego en casas de novias y gracias a que creció la demanda y en 2011 abrí mi taller con un showroom para dar una mejor atención profesional y personalizada. Elegí mi nombre como marca, porque es particular y considero que es fuerte además ya me identificaban así, es diferente. 

¿Cómo resolviste la parte del dinero para iniciar?

Lo principal era que tenía muy claro mi objetivo, quería hacer accesorios para bodas, con productos únicos, de gran calidad, que llenara las expectativas del cliente, que si me copiaban les costara trabajo y yo pudiera estar siempre un paso adelante. Entonces el trabajo que tenía antes, me permitió ahorrar e invertir en material, casi todo mi sueldo se iba en eso y cuando mi negocio me requería más tiempo, dejé mi empleo y me dediqué al cien por ciento a lo mío. Todavía me considero en el principio, porque conforme crece la marca crece la necesidad de inversión y las utilidades se reinvierte, pero todo está enfocado a un objetivo y estoy convencida que todo lo que hacemos nos llevará a un lugar mejor. 

¿Cómo cuidas tus finanzas para que puedas dedicarte a lo creativo?

Al principio yo hacía de todo, cuando tenía pocos empleados, cuidaba que saliera para sus sueldos, que todo estuviera en regla, sus prestaciones y todo las cuestiones fiscales de la empresa, pero llega un punto en el que ya no podía hacerme cargo, entonces ya tengo un equipo que me respalda que se ocupa del tema administrativo, contable, que me ayuda a resolver todo, para que pueda dedicarme  al diseño. También me empecé a educar en el tema empresarial y emprendedor, fue así como entré a los cursos iniciadores de Maru Medina que me ayudó a reenfocar  mi negocio, desde un punto más humano para mis empleados y para mí, organizar el dinero, tener mi sueldo y crecer de manera ordenada.

¿Cuál consideras que es tu ventaja competitiva?

Nos enfocamos mucho en servicio, quiero que mis clientes tengan una buena experiencia, desde el trato, calidad del producto y el ambiente donde se les atiende, tengo gente muy preparada para eso. Además tenemos un equipo de trabajo que procuramos que crezcan personalmente y profesionalmente, y con todos esos elementos la fórmula nos ha funcionado.

¿Qué es lo más valioso más que has aprendido en este proceso?

Que no te puedes quedar quieto, en un solo lugar, educarte y aprender algo nuevo todos los días es esencial porque nada es permanente, más en los negocios y mucho menos en la industria de la moda. 

¿Qué consejos compartirías con los emprendedores?

Es básico tener una visión clara de lo que quieren, para qué y qué desean obtener a través de eso, y saber que aunque es un camino bonito, enriquecedor no es fácil.  Los fracasos de las microempresas en el primero y segundo año, que puede provocar hasta su cierre, lo atribuyo a que empiezan sin objetivo y creer que por el sólo hecho ser emprender, ser tu propio jefe y tener una buena idea será todo será fácil, pero con perseverancia y aprendiendo se avanza, más cuando se le pone pasión y corazón.