Graban voces fantasmas en oficina del Ayuntamiento de Mérida (IV)

De las psicofonías captadas por don German, Jorge Moreno revive la muerte de su primo Sergio y los fenómenos paranormales del caso.

|
Las versiones de la muerte del sobrino que circulaban en la oficina del Ayuntamiento de Mérida, en esencia resultaron ser verdad. (Jorge Moreno/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Tras la muerte accidental de Sergio al manipular una pistola cargada, y posterior entierro, su familia comenzó a vivir una serie de experiencias paranormales, todas relacionadas con lugares donde vivió y hábitos que tenía el primo del investigador Jorge Moreno. A continuación ofrecemos la continuación de esta investigación que habíamos dejado pendiente:

En casa de los papás de Sergio también ocurrieron cosas sorprendentes. Por semanas se prendió y apagó sola la licuadora (en la que él hacia sus licuados antes de irse a trabajar) sin explicación lógica, se movieron ollas y otros enseres cuando nunca antes había ocurrido algún suceso similar. Días después, mi hermana Lidia vio en esa casa la sombra de alguien que se dirigía al fondo del patio, era una persona, no podía ser ningún animal o la rama de algún árbol, pero al revisar no había nadie.

Mi tío Pedro tuvo varias situaciones paranormales. A un lado de la casa se encontraba un taller mecánico de su propiedad, donde Sergio trabajó y ayudó a su padre por mucho tiempo; afirma mi tío que, tras su muerte, escuchó el ruido de las herramientas moviéndose o cambiándose de lugar a pesar de que no había nadie; mi tío sólo respondía “sé que eres tú, hijo, viniste ayudarme”, y los sonidos bajaban de intensidad.

Por las mañanas, muy temprano, un pájaro negro (de los que llaman kau) se asomaba por un tragaluz transparente en el techo del cuarto donde dormía mi tío y con su pico golpeaba hasta despertarlo; él, extrañado al principio, se dio cuenta que algo raro estaba sucediendo, pues nunca antes un pájaro había hecho eso y cuando se acercaba o trataba de espantarlo, el ave no se iba, algo que en definitiva no es común, esto pasó durante varios días, era como su despertador ¿nos estaba jugando mi primo Sergio sus últimas bromas? ¿Nos quería decir algo? 

¿Se estaba despidiendo?

Casi todos los días mis parientes se comunicaban entre sí para platicar de mi primo Sergio, ignoraban qué quería decirnos, pero cada vez que esto sucedía rezaban con más fuerza en pos del descanso de su alma, pues por la forma en que murió pensaban que quizás su alma estaba penando.

Algo que hacía con frecuencia mi primo cuando vivía era hablar sobre la vida después de la muerte, sobre todo con su papá, pues para ambos era un gran enigma (como para muchos) el saber qué había después de concluir nuestra misión en este mundo. 

Les intrigaba bastante y esa inquietud me la contagiaron aun más luego de los sucesos paranormales que empezaron a suceder tras su muerte. Mi tío me decía que estaba seguro que se trataba de Sergio, que estaba dando señales de lo que hay en el más allá.

Se puede decir que esa fue mi primera experiencia (consciente) con los fenómenos paranormales; mis dudas aumentaron, pero ya tenía yo una certeza que estos existen y que acontecen todos los días a nuestro alrededor. Mientras tanto, la pregunta permanecía en mi mente ¿por qué se manifestaba mi primo Sergio? 

Regresando al Imperio del dulce

Cuando don Germán, quien grabó las psicofonías en una oficina del Ayuntamiento de Mérida, me dio la dirección de su trabajo no tuve la menor duda de que era el mismo lugar en donde en 1993 mi primo Sergio tuvo ese accidente fatal. Le conté a grandes rasgos toda la verdad de lo que ahí había ocurrido y se sorprendió bastante. Las versiones que circulaban en esa oficina sobre el “sobrino” que accidentalmente se mató en la cancha de básquetbol del patio o que se suicidaba porque lo había regañado su tío, aunque con varios datos imprecisos, en esencia era verdad.

¿Por qué luego de 16 años continuaba manifestándose? Esta era una pregunta hasta cierto punto lógica. Lo que en realidad me había impactado era la forma en que se dio este acercamiento con don Germán. ¿Se trataba del destino? ¿Mi primo me estaba llamando? ¿Quería reanudar un caso que viví en 1993, investigué en el 2003 y que casi por cincos años había archivado?

Continuará...

Lo más leído

skeleton





skeleton