Guarda Mérida joya maya bajo tierra

Excavaciones revelan importantes vestigios de la gran Ichcaanzihó, como el piso de estuco que sirvió para construir el primer parque de la Colonia.

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Edificios del Centro Histórico conservan piezas de edificaciones mayas en sus muros. (SIPSE)
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Jaime Tetzpa/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- El Centro Histórico de Mérida posee una riqueza patrimonial de enorme valor, que no sólo radica en su etapa colonial, coronada por su majestuosa Catedral, sino también en el subsuelo, en donde se encuentran las bases de la gran Ichcaanzihó (ciudad maya de T’ho), sobre la cual los conquistadores fundaron esta urbe el 6 de enero de 1542.

Antropólogos y arqueólogos como Esteban Rafael de Vicente Chab, jefe de Patrimonio Arqueológico de la Dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Mérida, y Nereida Quiñones Loría, coordinadora de Patrimonio Arqueológico del Centro Histórico, afirman que la ciudad posee un patrimonio arqueológico de gran potencial para todo aquel que se interese en la milenaria cultura maya.

En entrevista, el arqueólogo Josep Ligorred Perramon explicó que durante la Colonia (del siglo XVI al VXIII) la mayoría de los edificios de T’ho sirvieron como cantera para levantar los muros de los palacios, iglesias y casas de los conquistadores.

En el siglo XIX y hasta mediados del XX, relató, los últimos basamentos mayas fueron demolidos para nivelar las calles y facilitar el tránsito vehicular.

De ahí que la posibilidad de encontrar materiales arqueológicos relevantes en el subsuelo del Centro Histórico de Mérida siempre esté latente, ya que basta con excavar entre 1.20 y 1.80 metros para localizar vestigios prehispánicos.

Por esta situación, los funcionarios municipales explicaron que “el programa de desarrollo urbano contempla zonas de protección arqueológica, resultado de un compendio de los escritos de los evangelizadores, viajeros y planos topográficos que se dan a partir del siglo XIX, así como en las excavaciones realizadas durante los últimos 30 años en el Centro Histórico”.

“Este plano nos ayuda para que, en el momento de realizar alguna obra en el centro, se ponga especial atención con base en el Decreto de Zona de Monumentos Históricos de la Ciudad de Mérida, que data de 1982”, señalan.

Explicaron que en el plano se indica en color café el área del Centro Histórico; la naranja es la zona tentativa sobre la que pudo haberse asentado la ciudad de T’ho –indica una elevación que no se nota a simple vista, pero existe–, y el área roja señala la posible ubicación de estructuras prehispánicas.

En recientes excavaciones por la remodelación de la Plaza Grande quedó al descubierto un piso prehispánico de estuco a 1.5 metros de profundidad, y debajo se localizó material cerámico de la misma época maya.

El piso de estuco fue aprovechado como base, y encima fue construido el primer parque en la época de la Colonia en Mérida, deduce el antropólogo José Manuel Estrada Faisal. La plaza, al parecer, tuvo diversas ampliaciones.

Este importante descubrimiento se realizó al explorar una fosa en el área de los jardines, enfrente de la Catedral, en donde se localizó un muro de la época colonial en tono rojo, que delimita la periferia original del parque y que, según Faisal, aporta una evidencia de que la Plaza Grande de Mérida era originalmente roja.

Indicaron que el Ayuntamiento de Mérida tiene un serio compromiso de protección e integración de los espacios arqueológicos que aún se conservan en la mancha urbana y en el territorio municipal, como Xoclán, Dzoyilá, X’Catzmil, Komchén, Cholul, Caucel y Opichén.

Extraen la historia de la ciudad

Durante más de año y medio las obras de mejoramiento en los espacios públicos de la Mérida colonial han puesto al descubierto más de siete mil fragmentos de cerámica que permiten conocer el desarrollo cultural de sus fabricantes y usuarios.

Estudios preliminares de las 500 piezas encontradas recientemente, durante la remodelación del Centro Histórico, ubican los fragmentos más antiguos en el periodo preclásico, es decir, del año 800 A.C., hasta la era moderna.

La arqueóloga Nereida Quiñones Loría, coordinadora de Patrimonio Arqueológico del Centro Histórico de Mérida, explicó que las piezas se someten a un estudio preliminar, y luego se turnan a la delegación del INAH en Yucatán para un análisis más profundo, que permita determinar la temporalidad y otros datos relevantes, para establecer una primera zonificación arqueológica en el Centro Histórico de Mérida.

El dato:

  • Plaza Grande: Se recopilaron tres mil seis tiestos o pedazos de vasijas de barro.
  • Plaza de Santiago: Se obtuvieron 367 tiestos.
  • Calle 60: Se excavaron 13 pozos y 13 zanjas, recuperando mil 200 vestigios.
  • La Mejorada: Se registraron siete pozos y 11 zanjas, y se recolectaron 978 tiestos.
  • Periodo preclásico tardío, entre los años 300 A.C. al 300 D.C., y al clásico temprano (300-600 D.C): Se identificaron los grupos Sierra, Tipikal, Polvero, Achiotes y Xanabá.
  • Periodo clásico tardío y terminal (600-1000 D.C.): Se identificaron fragmentos de los grupos Ticul y Muna, correspondientes a la esfera de Cehpech Chiychantihó.
  • El post clásico (1200-1300 D.C.): Se identificaron tiestos del grupo Kukulá crema.
  • Período colonial: Se obtuvieron las del tipo oliva (Siglo XVI) y también porcelanas y loza fina de los siglos XVII, XVIII y XIX.

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