Yucatán cuenta con el archivo dactiloscópico más antiguo del país

En 2013 se efectuaron dos mil 326 identificaciones dactilares en la Fiscalía General del Estado.

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La base de datos contiene 172 mil 800 fichas registradas desde 1936. (Milenio Novedades)
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Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Con 172 mil 800 fichas registradas desde 1936, la Fiscalía General del Estado (FGE) cuenta con el archivo dactiloscópico más antiguo del país, en el cual se concentran las huellas dactilares de personas que han ingresado por algún proceso penal para su identificación.

A través de este archivo se puede conocer si una persona cuenta con historial delictivo, por lo que funge como auxiliar en la expedición de certificados de antecedentes no penales, en investigaciones judiciales para cotejar huellas encontradas en una escena de crimen y dar con la identidad del posible responsable, así como en diligencias del Ministerio Público.

La toma de huellas a quienes ingresan al área de seguridad de la Fiscalía o al Cereso permite tener la identificación plena de una persona.

Mediante fichas, las autoridades almacenan nombre, motivo de ingreso, edad, nacionalidad, dirección y juez al que fue puesto a disposición (este último en caso de ser consignado al penal). 

El registro de las huellas se efectúa aplicando el sistema Vucetich, llamado así en referencia al argentino que desarrolló y puso por primera vez en práctica un sistema eficaz de identificación de personas por sus huellas digitales. 

La dactiloscopia en una herramienta importante la investigación que ayuda a demostrar de forma científica la participación de una persona en un delito

Mediante esta técnica el perito analiza cada una de las huellas de los dedos de ambas manos, para identificar las figuras establecidas por este sistema y contar el número de líneas que hay del punto externo de la huella hasta el núcleo de la misma, con lo que se establece una fórmula para su clasificación. 

Esta labor se convierte en una herramienta importante en los procesos de investigación, pues ayuda a demostrar de forma científica, por medio de la dactiloscopia, la participación activa y directa de una persona en un delito. 

Esto es gracias a que a través de los archivos existentes, se puede identificar a quien corresponde una huella encontrada en una escena delictiva, al cotejarla con los registros ya almacenados. 

Tan sólo en el 2013 se efectuaron un total de dos mil 326 identificaciones dactilares, que se suman al cuantioso archivo con el que cuenta la Fiscalía. 

Las fichas dactiloscópicas también son consultadas para coadyuvar en la labor de otras instancias para conocer si alguna persona cuenta con antecedentes, como es en el caso de los juzgados del fuero común y los federales, la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa), el consulado americano, la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), entre otros.

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