Hundimientos 'acechan' el Norte de Mérida

La Seduma indica que cavar debilita estructuralmente la roca, lo cual puede propiciar la caída del techo de una caverna y formar un cenote.

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En Yucatán, el reglamento de construcción no obliga a realizar una mecánica de suelo. (José Acosta/SIPSE)
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Alicia Carrasco/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Ante el crecimiento de la mancha urbana en el norte de Mérida, expertos en ecología advierten del riesgo de que se registren hundimientos en esa zona de la ciudad, derivado de la excesiva perforación de alcantarillas y pozos.

Eduardo Batllori Sampedro, secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), recordó un caso en la avenida Itzaes, donde a finales de los años 90 hubo un hundimiento a la altura de la Clínica de Mérida,  así como casos de otras viviendas que han enfrentado el mismo problema.

“Perforar tanto debilita estructuralmente la roca, lo cual puede propiciar la caída de la dolina del techo de una caverna y formar un cenote; aunque de esto no hay mucha evidencia, no puede descartarse, debido a la magnitud del golpeteo y la vibración que se genera”, señaló.

El funcionario agregó que no existen muchos datos de la estabilidad estructural del suelo, ya que de repente aparecen cenotes y no se realizan estudios de esa aparición.

Las fuertes extracciones de agua que se registran en la actualidad pueden estar disolviendo la superficie con toda la materia orgánica

Por otro lado, comentó que la acidificación que se genera en las aguas puede aumentar el peligro, ya que muchos hogares utilizan cloro y ácido muriático, además de que las aguas residuales llevan un Ph ácido, lo cual va disolviendo la roca.

“Cuando llueve, el agua se mezcla con la materia orgánica, formando ácido carbónico suave, por lo que la roca se empieza a disolver por superficie, penetrando, abriendo y  disolviendo”, explicó Batllori Sampedro.

Detalló que las fuertes extracciones de agua que se registran en la actualidad pueden estar disolviendo la superficie con toda la materia orgánica, además, de las fosas sépticas se filtran aguas acidificadas con otras sustancias.

El funcionario señaló que “hay un segundo anillo de cenotes, no sólo el que viene de Palmar y va hacia Dzilam. Existe uno que viene de Chuburná, pasa por Mérida y sale hacia Telchac; en estas zonas se debe tener mucho más cuidado con las casas”.

Aunque no se han presentado accidentes, dijo, recomendó evitar los hundimientos utilizando sistemas de drenaje en esas zonas. 

“La infiltración puede ser más rápida y la trasmisión de esta agua hacia la costa son flujos preferenciales, son más rápidos. En estas zonas debe haber áreas de captación de las aguas residuales y pluviales para darles tratamiento y reutilizarla para regar jardines o en otras actividades”, señaló Batllori Sampedro.

No obstante, dijo, se tiene un sistema pluvial que capta las aguas de lluvia que arrastra todos los contaminantes y suciedad de las calles, y se infiltran hacia el manto friático.

“La ciudad se ha impermeabilizado, lo cual evita la infiltración natural de las aguas de lluvia; lo mejor sería que fueran calles con adoquín, que permitiera la infiltración natural, al no ser así, hay que dirigirla, a través de pendientes”, señaló.

Resistencia del suelo

Por su parte expertos en construcción señalan que la superficie de Yucatán es muy resistente, pero para evitar problemas a la hora de levantar una edificación se debe llevar a cabo un estudio de mecánica de suelo, señaló Edgar Conde Valdés, presidente de la Cámara Mexicana de la Construcción (CMIC) delegación Yucatán.

Debido a que el suelo de Yucatán es muy resistente es difícil que falle por baja resistencia, “lo que puede ocurrir es que haya oquedades o cavernas; lo que se debe de hacer, si existe la posibilidad de que se registre alguna de estas situaciones, es un estudio”.

Explicó que antes de iniciar una construcción se debe revisar el terreno y, de ser necesario, realizar un estudio de mayor profundidad, de mecánica de suelo, que se efectúa mediante sondeos de puntos importantes para comprobar si la calidad y la resistencia del suelo soportará la estructura que será colocada.

Cabe señalar que entre más pesada sea la estructura, más profundo tiene que ser el estudio de mecánica de suelo, pues no es lo mismo calcular una cimentación para una casa de interés social que para una torre de varios niveles.

Conde Valdés apuntó que como la superficie del Estado es de muy alta resistencia, el reglamento de construcción no obliga a realizar una mecánica de suelo, pero sí a revisar el terreno y si el constructor considera que es necesario un estudio más profundo, lo debe efectuar.

En cuanto a los fraccionamientos de vivienda económica, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario Territorial Urbano (Sedatu) señala la obligatoriedad de realizar el estudio de mecánica de suelo, a fin de garantizar que las casas que se otorguen a los derechohabientes no tengan problemas por algún fallo al momento de la construcción.

Por otra parte, Conde Valdés apuntó que los pozos pluviales están debidamente marcados en el reglamento de construcción de Mérida; para estos pozos se hacen estudios para observar la permeabilidad del suelo y ver la capacidad que tiene de regresar el agua a los mantos freáticos.

“El tipo de suelo de Yucatán es, por lo general, rocoso y muy resistente; en el caso de la construcción de los pozos pluviales, no creo que exista alguna consecuencia de derrumbes o hundimientos, ya que este tipo de suelo no los favorece”, comentó.

Calles anegadas

El director de Servicios Públicos Municipales, Roger Echeverría Calero, indicó que resultado de los programas efectuados en la actual administración se ha logrado reducir a la mitad el problema de las calles que se anegaban durante las lluvias.

“El sistema pluvial ha recibido mantenimiento desde el inicio de la administración del alcalde Renán Barrera Concha. Se ha desazolvado la mayoría de todos los sistemas. Aquí funciona por medio de una zanja colectora con una rejilla metálica que van interconectadas a pozos pluviales”, señaló Echeverría Calero.

El funcionario agregó que la etapa de inundaciones de Mérida ya desapareció; no obstante, reconoció que aún se observan charcos y calles con agua debido a las lluvias.

“El tiempo que estimamos para que sea el buen funcionamiento es entre tres y  cuatro horas; después debemos poner atención para ir a verificarlo, desazolvarlo o hacer una rejilla nueva u otro pozo”, indicó.

Luego de las cuatro horas, si la calle sigue inundada es considerada un punto crítico en el que Servicios Públicos Municipales deberá ponerse a trabajar en un sistema en forma especial.

“En la actualidad no debe haber más de 50 puntos críticos en la ciudad. Al inicio de la administración, durante los primeros 100 días, atendimos más de 550 reportes de puntos críticos”, aseguró.

En cuanto a si colocar rejillas por todas las calles de la ciudad puede ocasionar algún hundimiento, debido a alguna oquedad en el subsuelo, Echeverría Calero consideró lejana la posibilidad de que ocurra, pero “esa parte corresponde a los expertos en la mecánica del suelo”.

“Las inundaciones en Mérida son frecuentes debido al tipo de suelo, además de la basura, por eso pedimos a los ciudadanos que mantengan limpio el frente de su casa”, explicó.

Agregó que el reglamento de limpia señala que todo ciudadano debe asear el perímetro de su propiedad, por lo que invita a la sociedad a colaborar con esta acción para evitar que las alcantarillas se tapen, y durante las lluvias haya una mejor circulación del agua.

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