MÉRIDA, Yucatán.- En los últimos 30 años, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha realizado un total de 456 trasplantes en Yucatán, por medio de su Programa de Trasplante Renal.

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María Teresa Pérez Santana, jefa del Departamento Clínico de Trasplantes de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), que está cargo de estos procedimientos desde su creación en 2005 –antes de esto, estaban a cargo del servicio de Nefrología –, recordó que el primer trasplante renal de donador vivo en el IMSS, se realizó el 18 de agosto de 1987, en el entonces hospital llamado “T-1 Mérida”, y el 8 de diciembre de 1990 se realizó el primer trasplante renal de donador cadavérico.

Destacó que actualmente los pacientes trasplantados gracias a los avances médicos, en una semana o menos son dados de alta, cuando anteriormente podían pasar hasta 20 días hospitalizados. Los donadores son dados de alta a los tres días de la intervención.

“Otro aspecto que ha mejorado mucho son los medicamentos que permiten una mejor calidad de vida y sobrevida del injerto. Antes se hablaba de éxito de un trasplante a un año, nadie estimaba que durara hasta cinco años. Hoy en día, estamos hablando de trasplantes a más de diez años”, afirmó.

La doctora Pérez Santana indicó que la donación, sea de donador vivo o cadavérico, debe ser en forma voluntaria, altruista, libre, consiente y sin mediar remuneración alguna; además de que se debe otorgar el consentimiento en forma expresa.

“Para ser donador vivo sólo se requiere ser mayor de 18 años de edad, ser compatible con el receptor, estar bien informado de los riesgos, otorgar su consentimiento en forma expresa (en caso de no ser familiar tiene que ser ante notario) y haber completado una evaluación médica”, explicó.

“Los donadores vivos son gente que realmente quiere ayudar a un familiar o amigo y esto hay que reconocerlo ampliamente porque es una cirugía mayor a la que se somete la persona que no tiene ninguna enfermedad, entonces quien decide pasar por esto es porque tiene un gran sentido de altruismo”, apuntó.

En caso de que el donador no sea derechohabiente, el Instituto tiene un apartado especial para poder otorgarle atención sin costo alguno. En la medicina privada este procedimiento tiene un costo aproximado según sea el caso, de 400 mil pesos.

La doctora María Teresa Pérez Santana dijo que en México aún legislar en materia de donación de órganos cadavérica, ya que en España, por ejemplo, la ley establece que "todos son donadores al momento en que se les diagnostica muerte cerebral".

“En caso de México es al revés, se pueden donar los órganos del paciente que tiene muerte cerebral, sólo si su familiar lo autoriza, y eso ya es una limitante”, aseveró.

“Por otra parte, consideramos donador cadavérico aquella persona que sufre un accidente y estando bajo ventilación asistida se detectan clínicamente datos de muerte cerebral, la cual debe ser corroborada por estudios de gabinete y certificada”, expuso.

Puntualizó que el diagnóstico de muerte cerebral es diferente al paciente en coma, ya que éste puede ser reversible. Sin embargo, el diagnóstico de muerte cerebral es irreversible, el paciente necesita de un aparato para respirar, el corazón requiere medicamentos para seguir latiendo, pero poco a poco, a pesar de todos los recursos que se utilicen, en el lapso de unos días los órganos dejan de funcionar y el corazón se detiene a pesar de todo.