Incendios de Celestún y Dzilam fueron por descuido, no intencionales

En el primer siniestro, cazadores trataban de sacar a la fauna del área, y en el otro pescadores intentaban lo mismo con cangrejos.

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Aunque ahora se sabe que los incendios de Celestún y Dzilam no fueron intencionales, inspectores de la Profepa interpondrán denuncias a la PGR por delitos ambientales. (SIPSE)
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Luis Fuente/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Cazadores y pescadores de pulpo fueron los autores de los incendios ocurridos en el Palmar –en la zona de Celestún, y en la reserva ecológica de Dzilam de Bravo San Felipe, donde en este último el fuego ha consumido mil 583 hectáreas y está controlado en un 75 por ciento.

En rueda de prensa, en las instalaciones de la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado, Alfredo Nolasco Morales, gerente nacional de Protección Contra Incendios Forestales de la Conafor, indicó que en el reporte del siniestro en El Palmar, habitantes de la zona señalaron que el incendio se inició por parte de cazadores para hacer salir a la fauna del área; mientras que en el caso de San Felipe-Dzilam de Bravo fueron pescadores quienes realizaron fogatas para hacer salir a los cangrejos azules de sus madrigueras, ya que el crustáceo se utiliza como carnada para la temporada de captura de pulpo, que ahora se realiza en Yucatán.

Sin embargo, continuó, inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente realizarán las indagaciones correspondientes y, en su caso, interpondrán las denuncias ante la PGR por delitos ambientales en contra de quienes resulten responsables.

Detalló que estos siniestros aunque fueron provocados por el hombre son atípicos, si debe a que a pesar de que se está en plena temporada de huracanes, no se han presentado lluvias en todo el litoral del Golfo de México, es decir desde Tamaulipas hasta la península de Yucatán, por lo que la vegetación está seca y es presa fácil del fuego.

Señaló que el incendio de San Felipe Dzilam de Bravo está controlado y en los próximos tres días se continuarán con las labores de liquidación desde el aire, así como se harán sobrevuelos de vigilancia por tres jornadas más y, en su caso, se declararía su extinción.

El incendio en la reserva de Dzilam afectó un poco más del 2% de su área.

Detalló que la conflagración está en una zona en la que si se combate por tierra se pondría en riesgo la vida de los brigadistas y personal militar que colabora, por lo que el control se realiza con un helicóptero MI-17 de la Fuerza Aérea Mexicana que contiene un helibalde de 2 mil 800 litros de capacidad.

El incendio denominado San Felipe Dzilam de Bravo ha afectado 1583 hectáreas de pasto navajuelay tular, pero no ha afectado el ecosistema de la zona debido a que estos tiene un poder de recuperación de tres a seis mees, no es temporada de anidación de aves migratorias; y tampoco a la cría de cocodrilos.

El funcionario federal señaló que el incendio de Dzilam de Bravo inició el 22 de septiembre y se dio por extinto el 27 de ese mes, pero al día siguiente comenzó el siniestro de San Felipe que al extenderse alcanzó la superficie siniestrada del primero, por eso se toma como un total de 1583 hectáreas dañadas, de las cuales 332 son correspondientes al segundo.

La zona de la Reserva de Dzilam tiene una superficie de 69 mil 39 hectáreas por lo que el área siniestrada representa el 2.29 por ciento de la extensión total de la reserva.

Estuvieron en la conferencia de prensa, el Teniente Coronel, Celso EzquivelMonjarraz Sánchez, del 11 Batallón de Infantería de la X Región Militar de la Sedena; el director de la Conanp, Cristóbal Cáceres Cantón; la gerente estatal de Conafor en Yucatán, Lucía Canto Lara; el jefe del Centro Regional de Combate del fuego en el sureste, Panfilo Fernández Flores; y el Secretario de Desarrollo Rural del Gobierno del Estado, Juan José Canul Pérez.

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