William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Considerada como una de las especies más apreciadas y exóticas en los acuarios, el pez león está lejos de ser un bello ejemplar para contemplar, y su presencia en aguas yucatecas, si se sale de control, podría colapsar las principales pesquerías locales, de las que dependen cientos de familias.

Para afrontar este problema se han realizado varias actividades, como pláticas para concientizar y dar a conocer la biología de esta especie marina, campañas de difusión a través de trípticos y posters, además de torneos de pesca de pez león.

También se han implementado programas de empleo temporal para la captura de esta especie en el arrecife, y se ha contratado de manera temporal a un aproximado de 40 pescadores de la zona por año, a los cuales se les proporciona el equipo necesario para capturarlos.

Como resultado de estas acciones, se ha controlado la presencia de esta especie en una superficie de seis mil hectáreas de zona protegida, recolectando un aproximado de 600 kg de peces en lo que va del programa.

En el informe de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas se indica que este programa se plantea implementarlo de manera permanente en la zona, y fortalecerlo con otras acciones de control, con la finalidad de mantener las poblaciones en un nivel en el que ocasiones el menor daño posible al ecosistema marino.

Cabe indicar que desde 2009, cuando se registaron los primeros reportes de pez león en aguas mexicanas, se iniciaron los esfuerzos por parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para su monitoreo y control. 

De hecho, según indica ese órgano, desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, es por esa razón que a principios de 2010  se comenzaron a realizar en esta Áreas Naturales Protegidas los primeros monitoreos dirigidos específicamente a determinar la presencia o ausencia de pez leónen el parque.

A esta labor, posteriormente se sumaron universidades locales como la Uady y las cooperativas de pescadores de langosta, con el fin de que llegado el momento se implementen medidas para controlar las poblaciones de esta especie.

A  partir de mediados del 2010 fue cuando se implementaron las primeras medidas de control  paraesta especie, y para ello se contó con el apoyo de las cooperativas pesqueras de langosta, las cuales ya habían participado en reuniones y talleres de concientización y de información básica a cerca de pez león y su introducción al área, debido al temor a que se adapte a consumir langostas en estados  juveniles, lo que representaría una amenaza para la biodiversidad marina del Golfo de México y para las actividades económicas y pesquerías del área.