Wilberth Chi/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Este viernes se inauguró en las instalaciones del Colegio América de Mérida, de la Congregación de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, el primer Congreso Provincial de la Vida Consagrada, con el objetivo de promover la cultura del encuentro, dar testimonio y revalorar el papel que hombres y mujeres dedicados a esta labor tienen en la vida de la Iglesia.

El evento, que concluirá mañana y se realiza en el marco del Año de la Vida Consagrada, declarado por el Papa Francisco, reúne a más de 70 congregaciones religiosas que trabajan en la provincia de Yucatán, conformada por Tabasco, Campeche, Quintana Roo y esta entidad.

La temática estará centrada en analizar la realidad actual de la vida consagrada tanto en la provincia como en México, expectativas y retos frente a las tendencias actuales del consumismo y la pérdida de valores, además de un análisis de cómo fortalecer la propuesta de la vida consagrada como forma de vida en los jóvenes.

La declaratoria inaugural de los trabajos estuvo a cargo del Arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, quien estuvo acompañado del Arzobispo emérito, Emilio Carlos Berlie; de los obispos de Tabasco, Gerardo Rojas López; de la prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas L.C., y de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza O.F.M., quien tiene a su cargo la Comisión de la Vida Consagrada en la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Ante un centenar de religiosos que abarrotaron el auditorio Teresa de Ávila, Mons. Rodríguez Vega destacó que el objetivo que el Papa Francisco tuvo al designar 2015 como un año de gracia para “uno de los pulmones de nuestra madre, la Iglesia es que tengamos memoria, vivir con memoria nuestra vocación, que vivamos con pasión el presente, de vivir con alegre esperanza el futuro.

“La vida consagrada debe tener siempre presente la memoria, el desafío, la esperanza, celebramos la eucaristía, adoramos la eucaristía que es el sacramento del fundamento y éste es Cristo, quien permanece con nosotros todos los días hasta el fin del mundo”, dijo. 

Instó a los consagrados a “nunca olvidar ese enamoramiento, ese encantamiento, ese modo, ese momento en que el señor les habló a cada uno de ustedes para lo siguieran en este camino y decirle sí, revivir esa primera vez ante el Dios de amor a quien hemos dado como ofrenda nuestra vida”, finalizó.