Luis Fuente/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.-  La Ley de Justicia para Adolescentes en Yucatán prevé la posibilidad de que los menores infractores que cumplen sentencia de internamiento en el Centro Especializado de Aplicación de Medidas para Adolescentes (Ceama) tengan la posibilidad de trabajan en el exterior y al término de la jornada laboral regresan a la correccional.

Pero a pesar de ello, probablemente por falta de difusión o de interés de los adolescentes, son pocos los que hacen uso de ese esquema de rehabilitación.

En promedio, desde que se aplica la Ley de Justicia para Adolescentes en Yucatán en 2007, cada año cuando mucho tres adolescentes solicitan esta medida alternativa de una población de unos 70 internos.

Esto da un promedio total de 15 adolescentes que en este lapso de cuatro años, han tomado esa medida alternativa.

El magistrado de la sala unitaria del Tribunal de Justicia del Estado en materia de Justicia para Adolescentes, Santiago Altamirano Escalante, señaló que la Ley dispone que todos aquellos adolescentes que vayan cumpliendo con su programa personalizado de tratamiento para la rehabilitación, tenga la posibilidad de solicitar a través del director del Ceama, después de un diagnóstico biopsicosocial realizado por el Consejo Técnico Interdisciplinario, la posibilidad de que se modifiquen el tipo de medidas que se le aplican.

“Esta solicitud se puede hacer a partir de que el adolescente cumpla el 40 por ciento del tiempo de internamiento a la que fue sentenciado”, expresó.

Señaló que todos los adolescentes que hayan cumplido con los requisitos pueden obtener esta medida, sin importar la gravedad de la conducta delictiva que hayan realizado.

La primera evaluación es a los seis meses, luego se practican cada tres meses, en las que el Consejo Técnico Interdisciplinario revisa si el infractor está cumpliendo con las medidas que se le impusieron.

Salir y regresar

• Uno de los beneficios que otorga la Ley en Justicia para Adolescentes, que se aplica en la entidad desde 2007, es la posibilidad de que el interno pueda salir a trabajar y al término de la jornada regrese al Ceama.