Atacan a yucatecos males dolorosos e 'impronunciables'

El investigador Jorge Eduardo Zavala señaló que en los próximos años habrá un 'quite' entre los dos virus, pronostican más contagios.

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En el caso de la influenza, las autoridades exhortan a vacunarse. Imagen de una enfermera al momento de aplicar una vacuna a un adolescente. (Jorge Acosta/SIPSE)
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José Salazar/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En los últimos años, los yucatecos contrajeron enfermedades que conllevaron complicaciones en materias de salud pública y hasta en la forma de pronunciar los nombres de los males.

Así, lo que antes conocíamos como “gripe o catarro acompañado de malestar general o cuerpo cortado” hoy se llaman tripanosomiasis, AH1N1 y, el más reciente chikungunya, por mencionar algunas.

Desde la pronunciación, pasando por lo complicado de su diagnóstico y sus síntomas, las más de las veces dolorosos, estas enfermedades han venido a cambiar la perspectiva de los yucatecos en cuanto a las que comúnmente afectaban a la población. 

Gran parte de la población, ante la novedad de estos vocablos no alcanza a pronunciarlos de manera correcta, uno de los casos más conocidos corresponde a la exlíder del SNTE, Elba Esther Gordillo, cuando en agosto de 2009 en pleno discurso ante el entonces presidente Felipe Calderón se equivocó al referirse a la influenza de tipo AH1N1.

Por otra parte, pronunciar chikungunya, palabra proveniente del lenguaje makonde, que se habla en la región sureste de Tanzania y en parte del norte de Mozambique, de donde es originaria la enfermedad y cuyo significado puede traducirse como “hombre que se dobla” debido a los fuertes dolores en las articulaciones que caracterizan a este mal,  puede derivar en la creación de nuevas palabras como “Chiconcumbia”o “Chicuncuya”.

Ya no hablemos de lo complicado que también resulta pronunciar leptopirosis, rickettiosis o toxoplasmosis para muchas personas.

La influenza AH1N1, dengue y chikungunya, son algunas de las enfermedades que llegaron para quedarse en Yucatán

El doctor Jorge Eduardo Zavala Castro, director del Centro de Investigaciones Regionales (CIR) “Dr. Hideyo Noguchi”, de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) hizo un recuento de estos padecimientos y su estudio en el Estado. 

“Desde la década de 1970 se comenzó a trabajar con el mal de Chagas, cuando se detectaron casos clínicos, vectores y reservorios; a partir de ese entonces se han hecho muchos estudios al respecto. Actualmente un grupo de investigadores estudia la posibilidad de desarrollar una vacuna; otros grupos trabajan con plantas medicinales en la posible creación de fármacos”, señaló.

Por otra parte, agregó que 1992 se detectó en Yucatán la presencia de rickettsiosis o rickettsia, que es una enfermedad transmitida por pulgas y garrapatas y tiene una sintomatología similar al dengue lo que generaba confusión al momento de diagnosticarla.

Hay cuatro tipos de rickettsia, la más agresiva es la que en Estados Unidos se llama “Fiebre de las Montañas Rocallosas” y se asemeja al dengue hemorrágico. 

“La diferencia estriba en que para el dengue hemorrágico existe todo un protocolo establecido y en el caso de la rickettsia, el tratamiento consiste en administrarle antibióticos”, explicó Zavala Castro.

Por otra parte, mencionó la leptopirosis, enfermedad que puede causar un síndrome parecido al dengue hemorrágico y es transmitida principalmente por ratas. 

Otro padecimiento detectado en la entidad es la toxoplasmosis o “enfermedad del gato”, que si afecta durante el embarazo puede causar muerte fetal, ceguera, sordera o desórdenes en el sistema nervioso del bebé.

“Más recientemente tenemos la influenza AH1N1, dengue y chikungunya, que son enfermedades que llegaron para quedarse porque tenemos las condiciones adecuadas del trópico para mantenerlas entre nosotros. El chikungunya se había anunciado tiempo atrás y ya llegó también para quedarse”, dijo. 

El investigador señaló que en los próximos años podría darse una “guerra biológica” entre el virus del dengue y chikungunya y tendríamos más contagios de la enfermedad “ganadora” de esta disputa.

“La globalización nos ha llevado a esperar enfermedades que normalmente no tenemos pero que existen en países con condiciones climatológicas, geográficas y culturales parecidas a las nuestras y que tarde o temprano tendrán la oportunidad de llegar por medio de algún paciente infectado.

Dengue

Por otro lado, las estadísticas de dengue en Yucatán se quedaron hasta ayer en la semana epidemiológica 49 de 2015, cuando Yucatán tenía confirmados hasta entonces mil 119 casos de tipo clásico y 367, de la variedad hemorrágica.

El total de casos de esa enfermedad hasta esa semana de 2015, fue de mil 486 casos, lo que significa 416 más que el total reportado el año pasado, que cerró con mil 70 positivos.

Cabe señalar que esa semana, los laboratorios federales confirmaron un caso más de dengue tipo hemorrágico y estaban en análisis 174 muestras.

No obstante que en el invierno baja la incidencia, las autoridades sanitarias mantienen la guardia en alto en la lucha contra el mosco transmisor del dengue y el chikungunya: el Aedes aegypti.

Este fin de semana, las brigadas de fumigación recorrieron las colonias Francisco de Montejo y Cámara de la Construcción.

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