Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- “El juguete en la vida del niño contribuye a la salud mental en cada etapa de su desarrollo y hasta la vida adulta”, expresó el psiquiatra Arsenio Rosado Franco, quien aconseja a las familias y potenciales donadores del programa “24x24” de Grupo SIPSE  a regalar juguetes que ayuden a despertar de la imaginación de los pequeños, aprender reglas de sociabilización, respeto, amistad, incitar a compartir y aprender habilidades matemáticas y físicas. 

La campaña inició el 1 de diciembre y continuará durante las 24 horas del día, hasta el 24 de este mes. Los centros de acopios se ubican en las instalaciones del Grupo SIPSE, donde personal del corporativo se encarga de recolectar, resguardar, contabilizar y clasificar los regalos, para que puedan ser correctamente distribuidos en comunidades marginadas en la víspera de Navidad.

“El juego es una actividad primaria en el ser humano, es parte de nuestra necesidad básica para que podamos madurar en el punto de vista emocional, motriz, de pensamiento, al nivel de fantasía. El juego empieza desde recién nacido y también nos acompaña hasta la edad adulta porque nos permite un profundo desarrollo motor, así como aptitudes de tolerancia, manejo de la frustración, mantenimiento de estados emocionales y de vínculos de socialización”, explicó.

Agregó que el juguete, desde tiempos inmemoriales, es uno de los primeros actos creativos del ser humano.

“Fue precisamente el juego y a través del uso del juguete que se pueden crear emociones, situaciones y personajes para mantener ese vínculo entre la fantasía, la realidad, los deseos y las necesidades de los hombres. El juguete es el medio para el juego, si revisamos la historia de la humanidad, las piedritas, las ramitas han fungido como juguetes, que han ido evolucionando con el tiempo, la región y la cultura”, explicó.

“Sin juguetes tendremos niños frustrados y adultos que no cumplen las expectativas del grupo en el que se encuentran, definitivamente el juguete y el juego forman parte del desarrollo humano sano y normal”, abundó.

El también director del Instituto Comercial Bancario y exdirector del Hospital Psiquiátrico de Yucatán, destacó que el hecho de que el juguete exista hace que los humanos podamos compartir, con varios tipos de personas, aprender a tener límites, tiempos y espacios. 

“Es básica la presencia del juego y el juguete, desafortunadamente hay muchos niños víctimas de explotación y no viven su infancia, quitándole esa parte importante del juego y los ponen a trabajar, y en su naturaleza implícita, les lleva a jugar con los elementos que tienen. La salud mental indica que cada fase de desarrollo se debe cumplir adecuadamente”, manifestó.

Alertó que la carencia de los juguetes implican en muchos casos trastornos en la edad adulta incluso desde la niñez, de hecho una forma de abordar  un niño con problemas es la terapia de juego, así el profesional puede analizar sus expresiones emociones, manejos y sirve para diagnosticar y ayudar, muchas terapias se basan en el juego.

“Un niño que no juega su desarrollo psicomotor será pobre. Hay que regalar juguetes según su edad, a los bebés en etapa oral les pueden obsequiar artículos que puedan morder y que estén limpios. En las siguientes fases convienen juguetes que dan seguridad, pero pueden jugar con carros, muñecas, imitaciones de la vida adulta a escala, juego de pelota, pero no desde el enfoque de violencia sino como estrategia. Se sugiere juegos educativos, como jenga, juegos que ayudan a desarrollar habilidades matemáticas, visoespaciales, juegos en equipo, competencia, sana, actividades deportivas”, concluyó.