Expedición por los senderos del jaguar

Caminan más de 60 kilómetros para recuperar imágenes de 40 cámaras colocadas en el monte para conocer el comportamiento de los felinos.

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Pronatura Península de Yucatán A.C 'captura' en videotrampa a jaguares en Yucatán. (Milenio Novedades)
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Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- El esfuerzo de caminar más de 60 kilómetros durante cuatro días para recuperar las imágenes de 40 cámaras es reconfortante cuando al hacer una revisión rápida hallaron rastros de jaguares, pese a que en la temporada de lluvias la creación de aguadas temporales dificulta el registro del felino en los montes y selvas del nororiente de Yucatán. 

Abraham Puc Gil, responsable del monitoreo de felinos de Pronatura Península de Yucatán A.C., y quien realiza desde hace más de un año este trabajo, entiende la importancia de capturar imágenes de la especie durante estos meses, debido a que esos animales dejan de pasar por los “senderos conocidos”, lo cual significa que deben reubicar las cámaras, según su comportamiento y el rastro que dejan a su paso.

Comentó que la creación de aguadas temporales sirven de abastecimiento del vital líquido a los felinos y demás fauna que abunda en las selvas del nororiente de la entidad, y con eso dificulta la posibilidad de hallarlos, porque el área de caza es más extensa y se mueven por zonas a las cuales no han entrado; además, son muchos los cuerpos de agua en la zona.

Tan sólo la reserva de “El Zapotal”, propiedad de Pronatura, sobre la cual se hizo un levantamiento aéreo hace unas semanas, se detectaron 50 cuerpos de agua, entre aguadas y cenotes, la mayoría son temporales y están distribuidas en las cuatro mil 88 hectáreas de la reserva.

Se requiere gran esfuerzo para llegar a donde se ubican las cámaras que captan las imágenes de los felinos

Se trata de un esfuerzo para fortalecer la conservación de la zona, además de los acuerdos que han logrado con los habitantes de diferentes ejidos, los cuales participan en la revisión de los sitios de monitoreo; también buscan recursos a través de diferentes programas e instituciones.

El objetivo es aprovechar que los ejidatarios, los cuales deben comprobar ante la Comisión Federal Forestal (Conafor) el trabajo que realizan, instalen al menos otras 10 cámaras, lo que ampliaría la vigilancia de nuevas zonas.

Cabe indicar que ya se dio el primer acercamiento y esperan obtener más y mejores imágenes de la pantera onca, nombre científico del jaguar.

Abraham Puc, responsable de recuperar cada 15 días la información de las cámaras, efectúa un recorrido que realiza acompañado de estudiantes y/o ejidatarios, porque no son áreas para entrar solo, debido a los problemas que se pueden enfrentar en la selva semivirgen de esa zona del Estado, y en la cual, además de jaguares, hay pumas, tigrillos y otras dos especies de felinos.

Pronatura Yucatán ha colocado 40 cámaras en varios ejidos ubicados al nororiente de la comisaría de Colonia Yucatán, del municipio de Tizimín.

La fauna
  • Además de los animales silvestres, en la zona abundan insectos de todo tipo, desde garrapatas y arañas, hasta alacranes.
  • En esa área también hay culebras y víboras, incluso algunas de las más venenosas de la entidad, como la cascabel, la nauyaca, la portidium, mejor conocida como “cola de hueso”, “huolpoch” y la coralillo.
  • La cámaras son especiales para la captura de especies silvestres, no sirven para “desmantelar” y usar como una cámara común.

Un trabajo de “alto vuelo”

Por otro lado, Edilberto Poot Ku, quien realizaba trabajos hace cuatro años para abrir brechas en “El Zapotal”, es actualmente una de las personas que trabaja con aves en Pronatira.

Dice que comenzó a ayudar a colocar redes, y poco a poco aprendió a identificar las especies, sacarlas de las trampas y colocarles los anillos codificados.

Hoy, a sus 44 años, trabaja por temporadas con Pronatura, desde hace cuatro, como técnico comunitario, ya sabe los nombres en inglés y latín de unas 300 aves.

Aunque sólo estudió la secundaria, Edilberto Poot Ku, técnico comunitario, sabe los nombres en inglés y latín de unas 300 aves de la región

Hombre de campo con sólo estudios de secundaria, además de la maya y el español, conoce un poco de latín e inglés, y aunque no sabe escribirlos sí puede pronunciarlos, con lo cual ayuda a los expertos a catalogar las especies.

“De todas las aves que puedo identificar, sé sus nombres en latín y algunos en inglés; para aprenderlos, en lugar de tomar un revista tomé un libro y aprendí; ahora también estoy leyendo sobre los anfibios y la vegetación”, reveló.

Su trabajo se realiza durante una semana cada mes, en marzo y abril, y de agosto a octubre; llega antes de la seis a los sitios de observación, ya que las aves comienzan temprano; al medio día la actividad disminuye.

De sus tres hijos, el más pequeño muestra interés en lo que realiza su papá y comienza a aprender los nombres. 

Pero no es todo, las labores de protección al jaguar que realiza Pronatura en Yucatán permiten también que estudiantes realicen trabajos de servicio social y profesional, incluso tesis que facilitan conocer mejor las alternativas de apoyo a las comunidades.

Los alumnos de la Universidad Ibero de León, Guanajuato, Amando Arat Meraz Magaña, de Ingeniería Civil, y José Ernesto Vega García, de Arquitectura, están en Yucatán por un acuerdo de su escuela con Pronatura para apoyar en las áreas que requiere este organismo; ambos decidieron explorar mejor el mundo del jaguar. 

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