Muerte y devastación, santo y seña de la temporada de huracanes 2017

La temporada ha resultado muy destructiva y mortífera: en menos de 15 días se han formado dos huracanes categoría 5.

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Pues la temporada de huracanes 2017 está resultando muy destructiva y mortífera; en menos de 15 días se han formado dos huracanes categoría 5, la máxima de la escala Saffir-Simpson, y como que no quiere la suerte nuevamente el Arco de las Antillas Menores fue golpeado con inusitada fuerza y poder destructivo.

Ahora le tocó a la parte central (anteriormente le había caído la fuerza de la naturaleza a la parte norte), en especial a la región donde se encuentra la isla de Dominica y sus alrededores, zona que el poderoso meteoro llamado María devastó y arrasó, ocasionando en esa pequeña ínsula muerte y destrucción total, al igual que en la isla de Guadalupe, muy cercana a aquélla.

Ya antes el no menos poderoso huracán Irma había arrasado igual y dejado prácticamente inhabitable la isla de Barbuda y golpeado severamente a Antigua y St. Martin, así que esas zonas ya llevan a cuestas en breve tiempo dos huracanes categoría 5, algo inédito en la historia escrita de los ciclones tropicales.

La isla de Puerto Rico, con Irma, se salvó por poco, al pasar al norte de su territorio, pero el huracán María no la brincó; esta isla fue severamente golpeada de costa a costa por el meteoro; empezó por su zona sureste arrancando ventanas de cuajo, desgarrando tejados como simples láminas de papel y desbordando ríos enteros, todo un reguero de destrucción que esta nación jamás había experimentado y que vaya que en su historia han pasado sobre ella o cerca de ella poderosos ciclones de diversas categorías, pero nada comparado con lo que causó María a la llamada Isla del Encanto.

Desgraciadamente hay muertes que lamentar, pese a que la población se preparó en serio y como nunca en su vida; el huracán aún ya alejándose paulatinamente les dejó copiosas lluvias que estuvieron cayendo en los días siguientes y provocando tremendas inundaciones que arrasaban lo ya destruido.

Aquí nosotros, en la Península de Yucatán, seguimos agradeciendo la suerte que hasta el momento nos ha favorecido en esta tremenda temporada de huracanes que aún no termina y de la que todavía podemos esperar lo más fuerte.

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