'La Virgen del tinaco' que apareció en Chapab

Hace ocho años causó polémica la formación de una figura semejante a la Virgen del Tepeyac, con tonalidades 'nunca antes vistas' por testigos.

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Numerosas personas de varios pueblos visitaron a la 'Virgen del Tinaco' por fervor o por curiosidad. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy, en “Municipio Enigmático” hablaremos de una población a la que he acudido muy pocas veces debido a que casi no se han dado reportes paranormales; sin embargo, una de ellas tuvo eco a nivel nacional, me refiero a Chapab de las Flores y el caso de “La virgen del tinaco”.

Esto ocurrió el 24 de noviembre del año 2005 (el caso cumplió ocho años hace apenas unos días), y pude viajar al lugar de los hechos un par de días después gracias al reporte de varias personas de la población vecina de Ticul y otros sitios circunvecinos, quienes enterados del “milagro” viajaron para ver la aparición de la Virgen de Guadalupe.

Chapab se ubica a escasos 10 minutos de la ciudad de Ticul, y cuando llegué a este pequeño poblado todos ya estaban enterados del caso, por lo que fue fácil ubicar el domicilio de don Víctor Pacheco, vecino del predio donde ocurrió este suceso:

“Yo soy católico, pero hace tiempo que no voy a misa, y cada vez que escuchaba sobre las apariciones yo decía que hasta que no viera una con mis propios ojos no lo iba a creer y ahora que me sucedió sé que sí existe y es real”.

Con esas palabras inició la entrevista don Víctor, al recordar la 'aparición de la virgen' que descubrió un par de días antes; de hecho, él vive enfrente del domicilio en donde se ubica este tinaco y nos explicó qué fue lo que ocurrió:

“Yo vivo enfrente, a escasos cinco metros de donde está el tinaco, sólo es cuestión de cruzar la calle. Desde días atrás, cuando salía de mi casa, me di cuenta que se estaba formando algo extraño en ese tinaco, pero no fue sino hasta el 24 de noviembre cuando decidí comentarlo a la demás gente, quienes sorprendidos se dieron cuenta que sí se veía de forma clara”.

Más y más visitantes

Al día siguiente, personas de los municipios cercanos de Dzan, Ticul, Mama, Tekit e incluso de Mérida ya viajaban (algunos con fervor y otros solo por curiosidad) para ver a la “Virgen del tinaco”, frase con la que dimos nombre a este caso.

Tal y como suele pasar en estas apariciones, las personas llevaron flores, veladoras, velas y otras ofrendas, algunos incluso hicieron rezos desde afuera, ya que para ese entonces los dueños de la casa estaban de viaje, pero desde la calle se observaba de forma clara la aparición de la Morenita del Tepeyac.

Milagro o no, casualidad o sugestión, lo cierto es que ha cambiado a la gente de forma positiva, pues al menos en el caso de don Víctor, señaló que lo toma como un mensaje divino y que a partir de ese momento se empezará a apegar más a la Iglesia:

“Hay mucha maldad en el mundo, da coraje ver cómo todos los días muere gente inocente por hambre y hasta niños, mientras que hay muchos ladrones y asesinos que están como si nada, pero por algo pasan las cosas y con apariciones como estas es como un mensaje de que se va a acabar”, finalizó.

Comparaciones

Analizando de forma objetiva la “mancha” que aparece en el tinaco, se podría pensar que se trata simplemente del “moho” y la humedad la que propició esa silueta en forma de la Virgen de Guadalupe; sin embargo, se realizó un muestreo al azar con aproximadamente 100 tinacos similares (de concreto) en la ciudad de Mérida y ninguno de ellos tiene las tonalidades de colores que aparecen en el caso de Chapab.

Además, la “mancha de humedad” que propicia la silueta de la Virgen no es nada común a juicio de dos plomeros entrevistados y que han visto cientos de tinacos

“Cuando se trata de humedad o una fuga, la formación de manchas es diferente y es sólo de colores oscuros, verdosos y tirando a gris y negro, pero en el caso de Chapab sobresalen unos detalles amarillos y rojos que nunca antes había visto, comentó uno de ellos.

A final de cuentas, si es un milagro o una casualidad, usted tiene la última opinión, estimado lector.

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