Ofrecen digno final a mascotas en Mérida

Tiran a la basura hasta 45 perros y gatos muertos al día. Analizan la posibilidad de que el municipio adquiera un horno crematorio.

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El valor que ahora muchas personas le dan a la mascota han hecho de los servicios veterinarios -incluida la cremación- sean cada vez más accesibles. La imagen es de contexto. (incipet.com)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Ante la estima que le tienen las personas a sus mascotas, que son consideradas como un integrantes más de la familia, la cremación para la disposición final de su cuerpo ha crecido de forma significativa, ya que se trata de una práctica que dignifica la muerte del animal.

En Mérida, el trabajo de las dos prestadoras de este servicio alcanza en las temporadas altas hasta 300 incineraciones al mes. La más antigua, Incipet, innovó con su fundación hace 12 años y labora con tres hornos; la más reciente, Sipe, con un equipo, trabaja desde hace tres años.

Ante los beneficios de este tipo de opciones, que favorecen la disminución del impacto ecológico en el subsuelo y ante la cantidad de animales que llegan al relleno sanitario municipal, Elgar Pech y Canul, subdirector de Ecología y Residuos Sólidos de Servicios Público Municipales, reveló que analizan un proyecto para adquirir un horno incinerador, el cual podría estar contemplado en el presupuesto del próximo año.

El funcionario admitió la necesidad de este tipo de recurso, a pesar de que precisó que Setasa, empresa concesionaria encargada de la disposición final de la basura en Mérida, cuenta con los procesos para manejar los cadáveres de los animales que desechan o recoge la cuadrilla de aseo municipal.

En promedio, en las unidades del poniente y oriente llegan a recolectar hasta 45 animales (perros y gatos) al día, es decir, mil 350 al mes, y todos terminan en el relleno.

Respecto a la cultura de incinerar a las mascotas fallecidas, Julio José Basulto Poot, afiliado a la Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies de Yucatán, destacó que ha detectado una creciente aceptación de este tipo de servicios, especialmente por las facilidades que ofrecen las empresas, al recoger y entregar el cuerpo y contar con la posibilidad de conservar las cenizas en urnas personalizadas.

Ernesto González Piccolo, gerente de Incipet, destacó que la empresa surgió hace más de 12 años, cuando no encontraron en Mérida un lugar dónde cremar a un perro muy querido de la familia, entonces su padre Ernesto González Villasante inició el servicio y esta práctica ha ido en aumento.

En sus instalaciones ofrecen de tres a cinco servicios máximos, con una cifra histórica de 15, en uno de los días más calurosos que se vivieron y que provocó la muerte de mascotas por golpe de calor.

Por su parte, Julio César Méndez, gerente de crematorio Sipe, destacó que aprovechando las tecnologías y debido que muchos clientes que no pueden ir a cerciorarse del proceso, a través de cámaras de seguridad conectadas a una red de acceso limitado, transmiten al cliente el procedimiento inicial hasta que el animal entra al horno.

Luego hacen un corte y retoman, si así lo pide el usuario, la transmisión de la extracción de los restos, a través de una clave que se le brinda a quien pide el servicio. 

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