Francisco Puerto/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El Juez Sexto Penal, Manuel Jesús Soberanis Ramírez, dictó auto de formal prisión contra el trailero Joaquín Baños Pérez, quien confesó haber asesinado a su amasia, Prudencia Poot Can, de 16 puñaladas, delito por el cual podría enfrentar una pena de 40 años de prisión.

Sin embargo, cabe la posibilidad de que el delito de homicidio calificado sea reclasificado al de homicidio simple, de acuerdo con versiones de algunos abogados.

Lo anterior en base a que en su confesión se pueden apreciar varias aristas.

Primero: no hubo premeditación, todo fue espontáneo.

Dos: no existió la agravante de alevosía, ya que el cuchillo ella se lo ofreció al inculpado.

Tres: no hubo traición, porque todo fue de frente.

Cuarto: sólo se dio la ventaja, ya que por ser hombre, ese hecho lo hace más fuerte físicamente que la mujer.

Además, el presunto asesino esperó hasta una hora para ser detenido, es decir, él sólo se entregó, por lo que a ese hecho se suma a su favor que además él fue agredido psicológicamente por la ahora occisa y, como él mismo dice, en un momento dado se cegó y ya no vio más, y reaccionó cuando ya la mujer estaba agonizando.

Codependencia

Salió a relucir también que existía una relación de codependencia con la mujer, que lo humillaba constantemente.

En parte de su confesión final, el trailero mencionó: “Yo tengo 55 años y sé que si me dan 40 años moriré acá, pero lo único que me consuela es que ella ya no está viva”.

El ahora procesado es divorciado, durante 26 años vivió con su mamá, que falleció hace 10 meses y no bien había pasado un tiempo cuando conoció a la mesera y empezaron a vivir en amasiato.

En su declaración preparatoria, el inculpado dijo que la mujer lo humillaba constantemente y le "presumía" su relación con otro hombre.

También señaló que harto de esa situación, el día de los hechos le dijo a la mujer: ‘Ya conociste mi lado bueno y en este momento conocerás mi lado malo’.