Luces y sombras...
Es muy importante entender que cada reacción emocional nos revela algo de nosotros mismos...
No soy gran cosa, PERO SOY TODO LO QUE TENGO.- Jess Lair, doctor en Psicología
Es muy importante entender que cada reacción emocional nos revela algo de nosotros mismos. Cada quien reacciona diferente ante diferentes estímulos. Hay una gran variedad e intensidad de reacciones emocionales porque somos personas diferentes, tenemos historias diferentes, percepciones y metas diferentes.
Para saber algo de mi mism@, de mis necesidades, mi autoconcepto, autoimagen, mi sensibilidad, mis creencias y mis valores, necesito escuchar, prestar mucha atención y oídos a mis propias emociones. Generalmente no expresamos muchas de nuestras emociones, aunque las reconozcamos en el “interior”. Hay algunas razones fundamentales para no expresarlas; a veces, porque creemos que los otros no nos entenderían, dudarían de nuestra cordura o de nuestra integridad. Esas dudas penetran en lo más sensible que tenemos, que es el centro del comportamiento humano y de la existencia: la autoimagen y la consecuente autoaceptación y el autoaprecio. Otra razón es el miedo a que, cuando la otra persona se dé cuenta, puede compadecernos o distanciarse por temor a nuestras reacciones.
Las emociones reprimidas se van al subconsciente. Esto es autodestructivo porque dichas emociones se niegan a permanecer calladas y ejercen gran influencia en toda la persona y su comportamiento. Se reflejan en el cuerpo con molestias y enfermedades. La salud física tiene mucho que ver con reconocer y expresar las emociones cuidando manejarlas y canalizarlas para no causar destrozos.
El amor y su manifestación, que es el verbo AMAR, nos libera. Así, mi amor por ti siempre debe dejarte libre para responder a tu manera y cuando quieras. Amar es la habilidad de ser totalmente honest@s y totalmente bondados@s al mismo tiempo.
¿Fácil?, no, no lo es… pero vale la pena intentarlo seriamente. Si nos arriesgamos a mostrarnos con nuestras luces y sombras entonces nos damos la oportunidad de que se nos ame como somos “ahora” y, con el estímulo del amor, seamos mejores personas cada día.
¡Ánimo! hay que aprender a vivir.