Es necesario buscar la unidad, como la Madre Teresa: Arzobispo

Monseñor Gustavo Rodríguez Vega recuerda que ella siempre se preocupaba por los más pobres de entre los pobres.

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Horas antes de la canonización de la Madre Teresa el Arzobispo Gustavo Rodríguez habló sobre ella en su homilía en la misa con el Apostolado Mundial de Fátima. (SIPSE)
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William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- En vísperas de la canonización de la madre Teresa de Calcuta, el Arzobispo Gustavo Rodríguez Vega expresó que es necesario seguir su ejemplo, ser como ella un testimonio de caridad, y al mismo tiempo buscar siempre la unidad y comunión entre todos.

En su homilía en la misa con el Apostolado Mundial de Fátima, en la Casa de la Cristiandad, Monseñor enfatizó que la unidad es algo que siempre debemos cuidar y la comunión, de construir: “Hay una comunión al ser todos hijos de Dios, al poseer al mismo espíritu”.

“Ya existe la comunión, sin embargo, siempre hay que construirla porque no faltará alguien que intente meter problemas en las comunidades. Básicamente esto sucede por la soberbia humana del creer tener la razón, del que cree saber un poco más que los demás. Esto siempre será un riesgo en toda comunidad humana y aún en toda comunidad cristiana”, señaló.

Por todo esto, dijo, siempre habrá que trabajar por la comunión, hay que “hacer a un lado todo aquello que sea desunión y al mismo tiempo, poner de nuestra parte todo lo que implique unidad y fraternidad”.

También señaló que primero está el hombre antes que la ley, hay necesidades básicas, y subrayó que el Papa Francisco  ha dedicado casi todo su ministerio a recordarnos que el evangelio comienza por lo fundamental que es el amor.

“Nos invita a todos a no llegar con la ley por delante como un garrote para ver a quien derriba, o quien está fallando. Hay que llegar con lo fundamental, y lo fundamental es el amor de Dios. Para hablar del amor de Dios o para entregar el amor de Dios”, indicó

En ese sentido, puso como ejemplo a la Madre Teresa de Calcuta, quien iba siempre con el amor por delante. Su predicación era curar, cuidar a los enfermos, darles de comer, preocuparse siempre por los más pobres de entre los pobres. A esos que estaban en la calle, a los que recogía y atendía en la India.

Mucha veces cuando le preguntaban por qué los atiende si ya se iban a morir, a lo que respondía “si se van a morir, que sea entre los brazos de alguien que los está atendiendo, que en ese último momento encuentren un poco de cariño y atención”.

Verdaderar urgencia

También le señalaban que ni siguiera son cristianos, pero “eso que importa, si todos somos hijos de Dios. A ella no le urgía el bautismo, le urgía darles de comer, eso es prioridad”.

“El bautismo es grande y maravilloso, pero lo primero es atender ese sagrario espiritual que es cada ser humano, antes de ocuparnos de las cosas del espíritu, es necesario atender las necesidades básicas de las personas. Teresa de Calcuta es alguien que nos ha recordado lo sagrado que es cada ser humano, sea creyente o no”, agregó.

Es precisamente en el Año de la Misericordia, en que es declarada santa, y llevada a los altares, luego de haber sido confirmado un milagro por su intersección, aunque Monseñor manifestó que con seguridad fueron muchos los milagros sucedidos a través de ella.

“La reconoceremos ahora como intercesora y ejemplo de vida cristiana”, dijo.

En cuanto al apostolado de Fátima, el Arzobispo expresó que es importante hacer oración, rezar el rosario, pero todo esto siempre acompañado de una buena vida cristiana y con una vida de comunión teniendo en cuenta qué es lo básico y fundamente, atender al humano-

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