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Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha cenado bien.- Virginia Woolf.

Entre los grandes economistas de todos los tiempos está el inglés Thomás Robert Malthus; además de economista, fue clérigo y demógrafo e influyó enormemente en la economía política de su época; generó algunas tesis que, pese a los años de distancia, todavía persisten hasta nuestros días.

Entre sus aportaciones se encuentra la relación entre personas y alimentos, conocida como Teoría Poblacional, que fatalmente toda sociedad debe resolver para paliar sus más apremiantes necesidades de sobrevivencia. Para Malthus, mientras la población crece en forma geométrica cada 25 años, los alimentos lo hacen de manera aritmética. Es decir, la población crece 1,2,4,8,16,32,64,128 […], mientras que los alimentos lo hacen 1,2,3,4,5,6,7,8,9,10 […], lo que significa que no hay armonía entre la población y los alimentos.Tarde o temprano faltarán para dar de comer a millones de personas en el orbe.

Países como India, Indonesia, China, Estados Unidos, Japón, Brasil e incluso el nuestro tienen serios problemas de sobrepoblación. Mientras hay zonas muy pocamente pobladas existen otras con alta densidad de población. La mayor concentración de alimentos ocurre en ciudades donde las personas cuentan con poder adquisitivo, en cambio hay lugares donde escasean, entre otras razones, por ser un negocio menos rentable.

En su época, Malthus fue etiquetado de pesimista catastrófico; No obstante ello, con el paso de los años, una de las más graves amenazas a la humanidad es precisamente el problema de la falta de alimentos y el exceso de población en una gran parte de los países del mundo. Efectivamente, la visión tan rígida de la relación entre población y alimentos no se cumplió de la forma tan exacta como pensaba Malthus. Pero el problema que plantea sigue siendo un punto de partida para analizar uno de los males del mundo de hoy.

En nuestro país, según el portal web del Inegi, para 2010 la población de la Ciudad de México, sin su zona conurbada con el Estado de México, era de 8.851,080 personas, mientras en Yucatán teníamos en ese año1.955,577. Sin pretender ser catastróficos, debemos implementar políticas públicas adecuadas que regulen la relación entre natalidad y mortandad, no sea que mañana nos arrepintamosde no haberlo hecho.

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