Jaime Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA,Yuc.- La pobreza alimentaria abarca a todo el país y, en el caso de Yucatán, más de 200 mil personas viven con deficiencia en la alimentación y severas carencias.

Para contrarrestar el problema, el Gobierno Federal puso en marcha en enero pasado la Campaña Nacional contra el Hambre, que considera prioritario combatir la marginación y el hambre, que se da sobre todo en las zonas rurales.

Ante este programa, el gobernador Rolando Zapata Bello instruyó a sus colaboradores para hacer frente al problema y aminorar el impacto en las comunidades yucatecas consideradas como de muy alta y alta marginación.

De hecho, el actual Gobierno del Estado puso en marcha desde noviembre del año pasado una estrategia de combate a la pobreza en los 33 municipios de alta y muy alta marginación de la entidad.

Sobre estas acciones, el secretario de Desarrollo Social en el Estado, Nerio Torres Arcila, recordó que se emprendieron proyectos orientados a reflejar resultados inmediatos en los municipios en donde se concentra la pobreza.

Aunque a nivel federal sólo se consideran a los municipios yucatecos de Tahdziú y Mérida en la lista de los 400 del país que requieren atención con urgencia, en el Estado se brinda atención en todas las localidades catalogadas como zonas pobres.

Siguiendo una política incluyente, dijo el funcionario, se establecieron mecanismos para aterrizar los recursos económicos, a través de diversos programas que faciliten a los habitantes de las comunidades, muchas mayahablantes, la posibilidad de superar su situación.

“Los programas que se aplicarán de manera coordinada en la Cruzada contra el Hambre tienen el cometido de acercar a las zonas marginadas las herramientas que les permitan generar el autoempleo y llevar el alimento a sus hogares”, señaló.

Niños más sanos

Uno de los principales valores alimenticios para la población infantil es el consumo de la leche, por eso Liconsa se sumó a la Cruzada Nacional contra el Hambre, en busca de contribuir a revertir la situación en que viven 7.4 millones de mexicanos, de los cuales en Yucatán existen más de 200 mil habitantes en situación precaria.

La empresa paraestatal apoya con leche subsidiada a 32 mil 402 familias, y cada uno de los 55 mil 642 beneficiarios recibe un subsidio para comprar al mes 16 litros de leche fortificada en sobres que rinden dos litros, a un precio de nueve pesos, explicó el gerente estatal de Liconsa, Antonio Homá Serrano.

Puntualizó que los indicadores de la Cruzada Nacional contra el Hambre deben ser verificables, por lo que estarán dentro del Sistema de Evaluación del Desempeño.

Apuntó que de acuerdo con la necesidad apremiante y las recomendaciones del Coneval, se comenzará por los municipios que figuran en la lista de los 400 municipios que tienen prioridad a nivel nacional, de los cuales, en el caso de Yucatán, en una primera fase se consideran a Mérida y Tadhziú.

Precisó que con base en estudios elaborados por el Instituto Nacional de Salud Pública, los niños que consumen de forma constante la leche fortificada Liconsa, “tienen menos tasa de anemia, deficiencia de hierro y desnutrición crónica; alcanzan más estatura y masa muscular; desarrollan mayor actividad física y registran mejor desarrollo mental”.