Se nace para dar, no para recibir

Pilar Larrea Peón de Peniche y Josefa Elena Barrientos Pérez llevan la batuta en Yucatán de la rehabilitación auditiva infantil.

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Pilar Larrea Peón de Peniche y Josefa Elena Barrientos Pérez de la fundación Elda Peniche Larrea, impulsan técnicas de vanguardia para ayudar a que niños con discapacidad auditiva tengan la oportunidad de acceder a la terapia audio-verbal. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Con el nacimiento de Elda Peniche Larrea, en 1963, surgió también una causa y una lucha vigente por aportar en el tema de la rehabilitación auditiva en el sureste. 

La fundación que lleva su nombre fue creada por su madre, Pilar Larrea Peón de Peniche, y la maestra Josefa Elena Barrientos Pérez, quienes con el claro objetivo de que los beneficios y técnicas aplicadas a la pequeña Elda, que nació con un problema de audición, estuvieran al alcance de otros menores, iniciaron un trabajo titánico que ha marcado la vida de muchas familias, especialmente de bajos recursos.

Dos mujeres sensibles de corazón fortalecido y espíritu inquebrantable han sorteado durante casi medio siglo los retos propios de una misión que se sostiene del apoyo de la sociedad, así como de instituciones públicas y privadas.

Descubrir una discapacidad, descubrir una oportunidad

En el transcurso de los primeros meses de vida de Elda Peniche sus padres sospecharon que la niña no escuchaba y buscaron  ayuda profesional a nivel local, nacional y en el extranjero hasta que la encontraron con las terapias audioverbales.

La hipoacusia bilateral profunda, conocida como sordera, lejos de ser un problema para la familia se convirtió en una oportunidad para ayudar.

Posteriormente difundieron la información entre sus amistades y fue así como otros papás con hijos en la misma situación fueron en búsqueda de ese apoyo. 

En agosto de 1968 se fundó el primer centro privado en la ciudad de Mérida que atendió a los alumnos con discapacidad auditiva en el Estado. Las primeras maestras fueron Ada de Jesús Ramírez Quijano y Josefa Elena Barrientos Pérez, quienes fueron becadas por los papás para que se prepararan en el método auditivo en la Ciudad de México en el centro Orientación Infantil para la Rehabilitación Audiológica (OIRA).

El número de interesados por la ayuda de las profesionales aumentó y los primeros padres de familia solicitaron apoyo al Gobierno del Estado para que les brindaran atención. 

Su sueño es que la Secretaría de Educación Pública tome en cuenta su método audio-verbal para el sistema de educación para esta discapacidad

Fue así como el 1 de octubre de 1969 se fundó el Centro de Rehabilitación Audiológica dependiente del Instituto de Protección a la Infancia de Yucatán (INPY).

Paralelamente a este servicio, los padres de Elda continuaron brindando ayuda a las personas con discapacidad auditiva y sus familias en el Estado, y posteriormente en Campeche y Quintana Roo.

En 1995 constituyeron la Asociación Pro-deficiente Auditivo (Ayproda A.C.) por iniciativa de la maestra Josefa Elena Barrientos Pérez, primera presidenta, apoyada por la señora Pilar Peniche, e invitan a otros padres de familia a participar, lo cual consta en el acta constitutiva.

Para ampliar y mejorar los servicios a favor de las personas con discapacidad auditiva, la maestra y la madre de Elda se separaron de la institución y constituyeron la Fundación “Elda Peniche Larrea”.

Lucha constante contra viento y marea  

Desde los inicios de la causa encabezada por Pilar y Josefa ha habido claroscuros, ya que mientras ellas impulsan técnicas de vanguardia para ayudar a que niños con discapacidad auditiva tengan la oportunidad de acceder a la terapia audio-verbal, algunas instituciones y representantes han preferido quedarse en la  “vieja escuela” del lenguaje signado (de señas), que si bien ayuda a la comunicación, limita en otros aspectos a quienes tienen esta condición. 

En la actualidad la fundación es reconocida como una institución seria y comprometida que ha logrado conformar un grupo de profesionales especializados, además de contar con tecnología de punta y tener la confianza de las familias que han constatado que si un pequeño logra tener su audífono puede hablar y desarrollarse sin problemas. 

Un sueño para el futuro

“Contamos con apoyo de muchas instituciones, pero nos encantaría, es como un sueño, que la Secretaría de Educación Pública tomara en cuenta el método audio-verbal para su sistema, es difícil, pero no imposible”, explica Pilar.

“Considero un crimen que los niños sordos sólo aprendan el lenguaje de señas; no pueden desarrollarse igual, viajar, porque necesitan un intérprete. Una asociación como la nuestra no puede sostener un proyecto así, pero podemos compartirle los conocimientos que tenemos para que se apliquen a nivel estatal y nacional”. 

“Respecto a  los educadores,  es necesario que se abra una especialidad, porque no existe en el sistema público una escuela de educación especial, falta mucho en formación”, agregó esta incansable mujer, quien destaca que a esta vida se nació para dar, no para recibir, por lo que la fundación, tras casi 50 años, sigue aportando al tratamiento de la discapacidad auditiva.

Perfil
  • Pilar Larrea Peón de Peniche nació el 8 de octubre de 1942.
  • La maestra Josefa Elena Barrientos Pérez nació el 18 de agosto 1944.
Trayectoria
  • Participaron orgullosamente en la elaboración de la Ley para Personas con Discapacidad del Estado de Yucatán.
  • El personal que labora en la asociación tiene formación académica diversa: profesores con licenciatura en audición y lenguaje; así como con licenciatura y maestría en problemas de aprendizaje. Todo el personal conoce el método audio-verbal y también el lenguaje signado.
  • En estos 49 años han participado en la fundación médicos generales, otorrinolaringólogos, audiólogos, pediatras, neurólogos, neonatólogos, así como maestros de diferentes niveles educativos.

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