Ko’benhaltún
Ko’benhaltún es una pequeña comunidad que se encuentra localizada aproximadamente a 40 kilómetros al sur de la ciudad de Oxkutzcab.
Ko’benhaltún es una pequeña comunidad que se encuentra localizada aproximadamente a 40 kilómetros al sur de la ciudad de Oxkutzcab. El nombre del poblado se debe a la presencia de tres haltuno’ob o sartenejas con la disposición de las tres piedras del fogón de la cocina. De allí que ko’ben se refiere a las tres piedras del fogón y haltún significa sarteneja.
Muy cerca de Ko’benhaltún se encuentran pequeños caseríos prehispánicos que formaron parte de sitios mayores como Chacbolay o Cruznikté.
Hace 28 años, llegué a esta ranchería para documentar los haltuno’ob, acompañado de dos excelentes custodios que ha tenido el INAH en los últimos años, Mario Magaña y Pedro Góngora; allí entrevisté a las únicas dos familias que habitaban el lugar: don Florentino Uc Chi y su esposa y la familia de don Santiago Uc. En ese entonces, estaba documentando las fuentes de aprovisionamiento de agua para mi tesis de licenciatura, razón por la que llegamos al poblado a registrar y fotografiar los haltuno’ob.
Estas sartenejas originalmente fueron naturales, pero los mayas las ampliaron cortando la roca caliza para aumentar su capacidad de almacenaje. Los haltuno’ob que registramos captan entre 4,000 y 21,000 litros de agua. Estos depósitos pueden estar dispuestos de manera individual o diseñados en par, y de tamaño diferente para que se alimenten uno a otro con el excedente del agua de lluvia que almacenan.
Los haltuno’ob se encuentran ubicados hacia los cuatro puntos cardinales y cerca del poblado. La familia Uc nos comentaba que la comunidad se abastecía del agua de estos depósitos y cuando la sequía se prolongaba y se agotaba el agua de los haltuno’ob, la población abandonaba temporalmente el lugar y regresaba cuando los depósitos de K’obenhaltún captaban agua nuevamente.
Este fin de semana regresé a K’obenhaltún acompañado de Pedro Góngora con el fin de fotografiar los haltuno’ob para ilustrar la sala de interpretación de Uxmal. La Sra. Aída Uc Avila, a quien le comentamos el objeto de la visita, amablemente indicó a su hijo Luis Uc Uc que nos guiara hasta los haltuno’ob que visitamos hace 28 años para documentarlos nuevamente.
Es importante reflexionar sobre la subsistencia de las poblaciones a partir del agua captada en estos reservorios. ¿Será que ha llegado el momento de aprender a cuidar el agua como los antiguos?