Mentira, una manera de vivir de ciertas personas

Señala un especialista que en la sociedad los individuos tergiversan la verdad para fines personales o como manipulación.

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En las redes sociales muchas personas falsean información. (Milenio Novedades)
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Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA,Yuc.- En algún momento de la vida todas las personas dicen alguna mentira, unas en menor grado, aunque otras lo convierten en parte de su forma de actuar, en una compulsión y utilizan un falso discurso sólo para obtener un provecho personal.

“En la sociedad los individuos mienten para fines personales, buscan una manipulación, algún objetivo que no va de acuerdo con algo social, sino con algo personal”, precisó el subdirector de salud mental de la Secretaría de Salud del Estado (SSE), Manuel Ruiz Mendoza.

Señaló que cuando se busca contribuir con la sociedad se habla con franqueza, pero cuando se basa uno en la mentira es para conseguir fines personales.

El especialista en psiquiatría señaló que no se justifica que las personas digan mentiras, “al contrario, las buenas relaciones interpersonales se basan en que haya un discurso franco; no obstante, sin importar la edad, todos decimos alguna mentira en algunos momentos de la vida, a veces como parte de un refuerzo para no dar explicaciones de algo”, detalló.

En la investigación “Estudio cognitivo de la mentira humana”, presentado en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) por la especialista Claudia Castro Campos, se menciona que en el país, incluido por supuesto Yucatán, las personas tienden a decir, en promedio, 10 mentiras al día. 

Ninguna persona es hábil para detectar cuando alguien le dice mentiras, ya que esto sólo puede conocerse con pruebas realizadas por especialistas

La más común es que cuando se les pregunta sobre su estado anímico, y a pesar de que se encuentren tristes, siempre contestan que bien.

Ruiz Mendoza refiere que este tipo de mentiras no afecta, pero hay personas que son “mentirosas por excelencia”, “mentirosos compulsivos”, y a pesar de que tratan de hablar con la verdad es inevitable que digan algo no cierto. 

Explicó que algunas personas ni siquiera saben cuándo empieza su mentira y cuando la verdad; “ellos mismos caen en una confusión de discurso, no se entienden a sí mismos y no logran sus objetivos realmente”.

No obstante, advirtió que no se puede decir si hay una cultura donde la mentira sea más característica, pero sí que hay individuos que la utilizan mucho para fines personales.

Reiteró que son cuestiones de personalidad y de objetivos personales; es circunstancia de las interrelaciones que tiene el individuo desde pequeño y se adapta a la mentira según le convenga.

Agregó que es probable que si un niño observa que sus padres dicen mentiras quiera tener esa identificación con ellos y empiece a decirlas.

“No es cuestión de género; las personas que se han creado su mundo de fantasía están en la mentira y caen en errores de conducta y personales, ya que no pueden encontrar la felicidad como debe ser y es probable que acudan a consultas porque son factibles a deprimirse o de pasar estados críticos emocionales”, apuntó.

Consideró que dichas personas, cuando están en su actitud o emoción crítica, puedan encontrar en un tratamiento psicoterapéutico una resolución a su problema.

Ante esta situación, el especialista sugirió enseñar a los niños que mentir es un proceder inadecuado y hacerles ver que cuando se habla con franqueza puede conseguir sus objetivos con mayor facilidad y obtener un mejor reconocimiento.

Sobre el tema, la presidenta de la Asociación Mexicana de Psicología Social, Tania Esmeralda Rocha Sánchez, habló sobre la importancia de generar nuevas pautas y posibilidades de comportamiento desde casa, pero reconociendo que no sólo es responsabilidad de la familia, sino de toda la sociedad.

“Mucho del quehacer diario ha sido como en una fuente de adoctrinamiento, pero las personas tienen el potencial de transformarse, de cambiar y se tiene que abrir esta idea”, mencionó.

Precisó que con frecuencia las personas refieren que los valores se van perdiendo, la gente evoluciona y lo que antes se consideraba relevante ahora no, ya que se adecuan a las necesidades.

¿Cómo los detecto?

El objetivo del “Estudio cognitivo de la mentira humana”, realizado en 2013, fue detectar cuando una persona miente con base al reconocimiento de ciertos patrones que la gente utiliza cuando engañan, ya que hacer esto requiere mayor esfuerzo cognitivo que decir la verdad y los riesgos de cometer errores aumentan.

Se estableció que ninguna persona es hábil para detectar cuando alguien le dice mentiras, ya que esto sólo puede conocerse con pruebas realizadas por especialistas. 

Sin embargo, algunas personas ya tienen tanta experiencia con gente mentirosa que pueden sospechar cuando alguien no dice la verdad. Además, otros estudios indican que cuando alguien engaña muchas veces se ve reflejado en su mirada o en su comportamiento nervioso.

También se encontró que cuando las personas falsean la verdad se esfuerzan más, y aunque muchos podrían pensar que la mentira es más frecuente en personas de cierta edad, la realidad es que la gente miente sin importar cuántos años tenga.

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