Muere sacerdote Fernando Díaz López a los 91 años

El presbítero meridano conoció a los cinco arzobispos que ha tenido Yucatán.

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El Arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, presidió el velatorio al sacerdote meridano Fernando Díaz López. (José Acosta/SIPSE)
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William Casanova/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- La Arquidiócesis de Yucatán expresó sus condolencias por el fallecimiento del presbítero Fernando Díaz López, quien se desligó de la vida este miércoles, en horas de la madrugada, en una clínica de esta ciudad, a la edad de 91 años, y después de breve dolencia.

Fue uno de los pocos sacerdotes que fue testigo directo de la historia de la Arquidiócesis, puesto que conoció a los cinco arzobispos que ha tenido Yucatán: Monseñores Martín Tritschler y Córdova, Fernando Ruiz Solórzano, Manuel Castro Ruiz y Emilio Carlos Berlie Belaunzarán y Gustavo Rodríguez Vera.

Una semana después de que monseñor Gustavo  fuera nombrado V Arzobispo, el padre Fernando le habló por teléfono y el prelado le tomó la llamada. Monseñor Rodríguez le dijo que todavía hay mucho por hacer, a pesar de sus condiciones de salud, y lo exhortó a hacer oración por los demás presbíteros.

Además, durante varios años, fue el encargado de llevar hasta sus hogares la palabra de Dios a través de las misas dominicales que se transmiten en SIPSE Televisión.

Hijo de José Díaz Villamil y Gertrudis López Rodríguez, nació en esta capital el 28 de noviembre de 1924, desempeñó varios puestos a lo largo de su vida presbiteral, y también fue párroco de varios lugares, siendo la última en 1982 en la  iglesia de Santa Ana,  donde fue oficiada una misa de cuerpo presente por el Arzobispo Gustavo  Rodríguez Vega a las tres de la tarde. Ahí mismo fue velado.

También era escritor

También será recordado al haber sido el primer Párroco de San Juan Bosco, en la col. Miraflores, desde el 10 de enero de 1973 y como escritor, pues en 2015 publicó un libro de memorias con el nombre “Soldado de Cristo”, en el cual narra sus vivencias de 68 años de presbiterio.

Por cierto, cuando llegó a la colonia Miraflores era una zona meridana peligrosa, porque tenía muchas pandillas. “Fue un reto enorme”, dijo, pero al final se hizo amigo de integrantes de esos grupos juveniles, que incluso acudieron a él para que los casara cuando ya estaba en Santa Ana, su segunda parroquia.

En San Juan Bosco no sólo promovió que la capilla se convirtiera en parroquia, sino que también fomentó la construcción de la capilla de la colonia Azcorra.

En ese templo de la Miraflores estuvo hasta 1982, año en que lo enviaron a la iglesia de Santa Ana, donde fomentó ocho centros pastorales. Fue la época en la cual en el parque había misas al aire libre a las que acudía un millar de personas. También, la época en que las ceremonias se transmitían por televisión. Ahí estuvo hasta 2007.

Con el paso de los años, el padre Fernando Díaz regresó como rector de la iglesia de Santa Ana, en abril de 2007. Entre sus últimas encomiendas fue ser capellán de Religiosas Misioneras de la Caridad (M. Teresa de Calcuta) el 9 de Noviembre de 1996.

El padre Díaz López estudió en el Seminario de Mérida por tres años y en Montezuma, Estados Unidos, nueve años. Fue ordenado en la Santa Iglesia Catedral,  el 20 de diciembre de 1947, cuando tenía 23 años, por el arzobispo Fernando Ruiz y Solórzano.

Ingresó al Seminario de Mérida en 1936, donde fue profesor y prefecto de disciplina, asistente Diocesano de la A.C.J.M. y director responsable de la Revista Emérita, y capellán del Asilo de Chuminópolis.

Fue prefecto de Latinado, de Teólogos y maestro de Psicología.

Velatorio

Su cuerpo fue velado en la parroquia de Santa Ana (centro de Mérida), hasta las 15:00 horas, en una misa de cuerpo presente que ofició el Arzobispo, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega.

Continuará siendo velado este jueves por la mañana, y luego será trasladado al Mausoleo del Clero en el Cementerio General.

El padre Fernando se ha convertido en un ángel para muchos, y un ser que vivirá por siempre en el corazón de los católicos yucatecos.

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