Iglesia de la Candelaria, un ejemplo de sobriedad y sencillez

El retablo sobrevivió a la destrucción de 1916, ya que el párroco lo cubrió con una cortina y no lo vieron los agresores.

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La iglesia de la Candelaria es una de los pocos templos que tienen un decorado sencillo elaborado con pintura de aceite y con un retablo estilo barroco que destaca por ser de madera tallada. (Milenio Novedades)
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Ana Hernández/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- La iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria se erigió con el apoyo de Manuel Núñez de Mateo, maestrescuela (quien se encargaba antiguamente de enseñar las ciencias eclesiásticas) de la Catedral, quien obtuvo el aval de sus superiores para fundar de sus bienes este edificio, que en sus orígenes fue una ermita.

La propuesta llevó desde el principio el nombre de la patrona que conserva hasta estos días. Se cree que se edificó a finales del siglo XVII o principios del XVIII, porque durante ese tiempo Manuel Nuñez figuró en el Cabildo de la Catedral.

Constaba también de un atrio y dos casas anexas. Además que en la inscripción que acompaña al arco de la entrada señala que en el “año de 1706 en noviembre se acabó esta iglesia”.

Esta  iglesia es una curiosa construcción levantada en un pequeño terreno; de hecho su atrio tiene forma triangular o de escuadra, la iglesia es una sola nave, con el coro sobre la entrada principal, el presbiterio está al fondo. Su nombre actual fue el mismo con el que se pensó al erigirla.

Esta es una de las pocas iglesias de la entidad que tienen un decorado sencillo elaborado con pintura de aceite; un retablo estilo barroco que destaca por ser de madera tallada y con siete nichos, separados por columnas salomónicas y motivos ornamentales vegetales.

El acceso al inmueble es a través de tres puertas, la principal y dos a los costados, todas son portones grandes, aunque sólo se abren dos, el que está al frente y el que da a la calle 67, el otro comunica con un corredor de una de las casas anexas.

La construcción de este templo católico evidencia en su exterior un estilo sencillo y severo, sus paredes están rematadas por un pretil con pilastras con remate prismático y entre las pilastras hay muretes calados con círculos y triángulos. Mientras que la portada de la fachada es de dos columnas con base y capitel, la clásica espadaña característica de la región.

Según una anécdota, el retablo de esta iglesia sobrevivió a la destrucción de 1915-1916, gracias al “mal gusto” del párroco de esa época, quien cubrió el retablo con una cortina y puso imágenes de santos al frente en pedestales, de tal manera que cuando los seguidores del general Salvador Alvarado irrumpieron, rompieron todo lo visible, ignorando “el tesoro” tras la cortina.

De acuerdo con la disposición religiosa, en el lado norte está el altar a la Virgen de Guadalupe, mientras que en su cara sur, está uno de los accesos. Como dato curioso, aún conserva el  enverjado que delimita el atrio de la iglesia.

Las ciencias eclesiáticas

Maestrescuela era una dignidad de las iglesias catedrales, su responsabilidad era enseñar las ciencias eclesiásticas, y en España, según el artículo 13 del Concordato de 1851, era la quinta silla “post pontificalem” de todas las iglesias, así metropolitanas como sufragáneas.

Aunque según el Concilio de Trento dicha dignidad sólo debía conferirse a doctores, maestros o licenciados en las Sagradas Escrituras o en derecho canónico, no siempre se cumplió esta disposición y otorgarloa a cualquier eclesiástico.

La celebración de la Fiesta de la Candelaria se realiza cada 2 de febrero.

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