Tres de cada 10 menores, forzados a vivir en pareja

Advierten serios riesgos de trata y abuso, derivados de las uniones a temprana edad.

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Al menos 6 mil 773 menores han estado o siguen teniendo una vida en pareja, por diferentes circunstancias. (Internet)
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Patricia Itzá/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- En Yucatán se calcula que existe una población de 225 mil 775 personas de entre 12 a 17 años de edad, pero se estima que de ellos, tres de cada 10 está unidos o han estado alguna vez en pareja, es decir alrededor de 6 mil 773.

De esa cantidad, casi 80% son mujeres quienes se casan a temprana edad, sin embargo, esta circunstancia deriva además en problemas como maternidad a temprana edad, falta de desarrollo educativo o problemas de salud, y en muchos casos, también explotación sexual.

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La coordinadora nacional de Ecpat, organización en contra de la trata de menores, Norma Negrete Aguayo; indicó que en 2016 hicieron un estudio de investigación de campo para reconocer las formas en las que se presenta el matrimonio con niñas, niños y adolescentes, y cómo se vincula a la explotación sexual comercial o como un mecanismo para la trata de personas.

“En el caso de Yucatán en contraste a lo que uno esperaría por tener una importante población rural, se encuentra en situación moderada, sin embargo, no quiere decir que no exista y hay que tener atención. Más allá de tener una cifra exacta, saber de un sólo caso debe de ocupar para brindar toda la protección necesaria y sacar de esa situación al menor que lo sufre”, explicó.

El matrimonio de menores cuando ocurre tiene una “escalada” de privaciones en sus derechos humanos, como el de educación, salud, esparcimiento, que en el caso de las niñas, en su mayoría se presenta embarazo que le obliga a cubrir otros roles, no sólo de niña-esposa, sino también,  madre.

Dijo que esta situación se da en todo el país, pero en Yucatán, en los últimos cinco años se ha incrementado en 3% cuando se había mantenido en un poco más de 2%, sin embargo, las entidades con altos índices de este problema son Guerrero, Tabasco y Michoacán.

Se indicó que la unión matrimonial puede ser el pretexto para que puedan ser llevadas a otras formas de explotación sexual como la pornografía  o prostitución, pero también se ha visto como un mecanismo en donde puede ser explotas por el conyugue o integrantes de su familia.

“Es un problema fuerte que se sigue incrementando en México, pero que a la vez se continua minimizando y estigmatizando a que ‘sólo ocurre en ciertas zonas y con cierta población’, pero es un problema mucho más grande de lo que imaginamos”, explicó.

Dijo que las investigaciones arrojan que existen desde los matrimonios acordados hasta los “ilegales”, que muchas veces son respaldados por usos y  costumbres de una comunidad.

Para poder erradicar el problema, la especialista indicó que es necesario que la sociedad, principalmente las autoridades, reconozcan que existen estos problemas y de esa manera armar políticas públicas en base a lo que se necesita, ya que no existen por este tipo de delitos, esto se debe a que “todo se mete en el mismo costal” y se quiere pensar que todo es trata de personas, pero esto puede derivar en explotación sexual, o algo peor.

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