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El panista Fernando Zelaya Espinoza se planta hoy como el vigoroso defensor del trono capitalino, capturado en la elección del cinco de junio de 2016 por el ex priista Luis Torres Llanes, quien recientemente soltó la agobiante posición para perseguir la diputación federal por el segundo distrito.

Como candidato de cuna blanquiazul –registrado hoy a las seis de la tarde en una sede del Instituto Electoral– “El Chino” Zelaya puede darle a su partido el primer triunfo completo en la batalla por la desangrada alcaldía de Othón P. Blanco, pero tendrá que fortalecer su propuesta para que no sea asimilada como indeseable continuismo.

“El Chino” Zelaya cumple con el requisito de la bandera de honestidad que reclama de inmediato el elector capitalino; por su formación política no participó en gobiernos del despreciado PRI –especialmente el comandado por Roberto Borge– y ofrece una imagen confiable, sin matices perversos.

No imagino al “Chino” Zelaya organizando el reparto del botín, imagen que acompaña a ciertos personajes de la comarca egresados de la Universidad priista. El elector joven puede ser conquistado por este experimentado político egresado de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo).

El diputado con licencia temporal zarpa como el rival a vencer porque su coalición –formada por PAN y PRD– mantiene la silla municipal en su poder, pero esta condición no debe relajar la musculatura del panismo porque su mayor desafío emerge del campamento de Morena con el ingrediente explosivo de la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

La candidata priista María Hadad Castillo puede ser una adversaria de peligro si articula las piezas más vigorosas de un priismo obligado a la unidad real, esa que nunca fue posible en los priistas chetumaleños que consolidaron cuatro o cinco grupitos a menudo inofensivos. Un PRI dividido no tiene la menor posibilidad de triunfo en su pretendida reconquista de la capital que los sacó a patadas en 2016 por culpa de Beto Borge.

Julio “Taquito” será otro adversario interesante, pero su platillo propuesta tendrá que ganar terreno en la capital del estado que recibirá la serenata de cuatro pretendientes, entre ellos una dama tricolor.

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