En estos tiempos preelectorales todo tropiezo será aprovechado para dinamitar al enemigo, golpeando con saña a su partido; la escena más reprobable y el video más candente serán cofres del tesoro para ofender sin freno en redes sociales, condenando con mayor violencia verbal –por absurdo que sea– insultos y malas reacciones de tres mujeres políticas que soportan el despiadado fuego de artillería.

He colocado en la misma canasta a Perla Tun Pech (alcaldesa panista de Cozumel) y a las diputadas federales del PRI: Arlet Mólgora Glover y Sara Latife Ruiz Chávez, quien al reaccionar de inmediato ante una publicación relámpago de mi Facebook me aclaró: “en ningún momento grité lo que señalas y señalas”.

La cozumeleña Sara Latife ha tenido un desempeño notable a favor de la causa de Quintana Roo, al igual que la chetumaleña Arlet Mólgora Glover; sorprendentemente fructífera ha sido su labor en equipo, pero han sido atrapadas por una avalancha agresiva de alcance nacional porque su bancada fue demasiado lejos al contraatacar a un diputado de Morena, soltando el clásico “quiere llorar” y el “p…” escapado de nuestros estadios y que nos ha dado mala fama planetaria.

La alcaldesa cozumeleña Perla Tun tiene mucho camino recorrido en episodios de vulgaridad y groserías, inaceptables no sólo por ser la primera autoridad en un destino de clase mundial, sino por representar a un partido de damas y caballeros, muy honestos en aquellos tiempos.

Es cómico el comportamiento de cada zona de la tribuna, porque los panistas solapan los desplantes y brutalidades de Perla Tun, castigando con excesiva dureza a Arlet Mólgora y Sara Latife por representar al odiado PRI de Félix González Canto y Roberto Borge Angulo.

A su vez, los priistas castigan inmisericordes a Perla Tun, pero no se atreven a defender a sus diputadas federales porque han probado la capacidad de reacción –o más bien de castigo bestial– de las redes sociales, donde el priismo aún es el villano favorito.

Las dos zonas del estadio dieron nos una probadita cuando el ex gobernador Félix González Canto y Julián Ricalde Magaña –Secretario de Desarrollo Social e Indígena– dieron un espectáculo vergonzoso en un desayuno para festejar el aniversario de la fundación de Quintana Roo como estado, teniendo por testigo al gobernador Carlos Joaquín.