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Dentro de unos meses se inicia una nueva historia en México y Yucatán; la reconfiguración del sistema político está en marcha. En el Estado el PRI tiene muy reducida capacidad para operar, pues a pesar de que gobernará 58 municipios pierde poblaciones importantes como Valladolid, Tekax, Ticul, Umán, Progreso y Hunucmá. El Congreso fue integrado con criterios de paridad: con 12 mujeres y 13 hombres; el PRI tendrá 10 legisladores, cinco hombres y cinco mujeres.

El PRI obtuvo votos divididos: su candidato a gobernador, Mauricio Sahuí, alcanzó 407,802 y el candidato al Senado, Jorge Carlos Ramírez Marín, 428,056 sufragios, o sea 20,254 más que aquél.

El PRI de Yucatán empezará a sentir los efectos de ser oposición al concluir su periodo como gobernador Rolando Zapata Bello, por ello necesita una renovación de sus grupos, si es que quiere ser rentable, ya que los doce años de poder con Ivonne Ortega y Zapata Bello se reflejaron en desgaste, y la sociedad de Yucatán no avaló la continuidad. El gran reto del tricolor en los próximos años es que sus simpatizantes no vean como primera opción política a Morena.

Los datos del Instituto Nacional Electoral (INE) dicen que con una participación ciudadana del 75% y con el respaldo de 447,753 ciudadanos Mauricio Vila triunfa; el nuevo mandatario se enfrenta a dos retos externos y uno interno. En el Congreso del Estado solo tendrá ocho diputados. Dependerá mucho de su capacidad para tender puentes y lograr acuerdos. Hay una sociedad que desea saber en qué condiciones económicas queda el Estado y este rubro será importante cómo lo conducirá el nuevo gobernador. Muchos de sus aliados desean saber cómo dejó sus cuentas la ex gobernadora Ivonne Ortega y si los diputados del PRI se aferran a defenderla, perderán más ante el electorado.

El otro es que después de que se conociera el plan del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de eliminar todas las delegaciones federales y sustituirlas por 32 coordinaciones generales que tendrán a su cargo gestionar la política pública en todos sus ramos, en Yucatán habrá un coordinador igual o más influyente que el gobernador; sería el ex candidato de Morena, Joaquín Díaz Mena, que manejará todos los recursos y programas federales, y hasta donde se sabe sus relaciones con Mauricio Vila no son las mejores.

En lo interno, los cercanos al gobernador electo saben que colaboradores de Renán Barrera operaron el día de la elección contra Vila. El grupo que encabeza el ex candidato presidencial Ricardo Anaya, que impulsó a Renán Barrera, está sufriendo severo desgaste, de modo que Vila tiene todo para consolidarse en lo interno.

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