Felicidad, receta infalible

¿Cuántas veces no has escuchado que hacer ejercicio o besar a la persona a quien amas son elementos que prolongan nuestras vidas?

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

¿Cuántas veces no has escuchado que hacer ejercicio o besar a la persona a quien amas son elementos que prolongan nuestras vidas? Pues déjame decirte que no hay nada más cierto. Ahora te explicaré el porqué de tal afirmación.

En nuestro cuerpo existen sustancias, químicos naturales y semejantes a la morfina, que estimulan centros del placer en el cerebro: las endorfinas, cuyo descubrimiento se remonta a 1975. Desde entonces sabemos más sobre la felicidad, afecto, tristeza o agresividad que hacen al ser humano tan especial y enigmático.

Desde la primera mitad del siglo XX se han realizado investigaciones que confirman la existencia de zonas cerebrales de placer o dolor, que se activan mediante impulsos nerviosos y hormonas, de modo que fenómenos como amor, odio, euforia, melancolía, deseo sexual, apetencia por el alcohol, agresividad y sumisión son resultado de la actividad en alguna conexión (sinapsis) de la compleja red de neuronas en la masa encefálica.

Hasta hoy se han descrito tres familias de endorfinas: encefalinas, dinorfinas y ß-endorfina. El último grupo es el de más importancia clínica, debido a su gran potencial analgésico (su producción es mayor cuando sufrimos dolor). Esto nos explica la razón de que aquellos individuos genéticamente determinados para producir bajas cantidades de hormonas del bienestar están más expuestos al desarrollo de alcoholismo y otras adicciones; es decir, presentan mayor inestabilidad en sus emociones y se enfrentan con más dificultad a sus problemas.

El estrés sostenido provoca disminución de los niveles de endorfinas, lo que genera mayor inestabilidad emocional y debilidad ante el desarrollo de adicciones. Luego entonces, la pregunta sería: ¿Qué actitudes o satisfactores favorecen liberar esas hormonas o sustancias medicinales?

Tenemos la leche materna, las caricias, besos, abrazos y relaciones sexuales, entre muchos aceleradores de la descarga de feromonas (hormonas que aumentan el atractivo sexual), que nos llevarán a eliminar dolores, insomnio, estrés o depresión. Te sugiero y prescribo que todos los días busques cómo estimular a ese cuerpo enfermo con generosas dosis de endorfinas.

Muy ad hoc a las épocas que se avecinan, escribe en tu lista de propósitos para 2018 hacer hasta lo imposible por eliminar achaques y noches en vela. Vive siempre feliz, y tú sabes dónde encontrar esta cantera de salud: dentro de ti. Con actitud positiva, escarba y encuéntrala, recuerda que no estamos hechos para sufrir.

Lo más leído

skeleton





skeleton