|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Desde hace tres lustros, cada 12 de octubre, se conmemora el Día Mundial de las Enfermedades Reumáticas. Sobre sus consecuencias todos nos lamentamos, pero al realizar un recuento de estrategias, planes y acciones para acotarlas desde su base, poco hemos hecho. En pleno Siglo XXI, los nubarrones sobre la calidad de vida de la mujer yucateca enferma siguen amenazando su futuro, y por ende la estabilidad y armonía social. Oídos sordos han sido la constante de políticos y algunas instancias académicas.

Desafortunadamente, poca atención han puesto muchas instituciones académicas y algunos servicios de salud a las cerca de 200 enfermedades que alteran el tejido conjuntivo o de sostén de niños y adultos. Sobre su impacto económico, social y psicológico poco se habla y obviamente mucho menos de los costos directos e indirectos que erosionan el bolsillo del doliente, ante la falta de insumos suficientes y efectivos en uno de los apéndices del sector salud. ¡Revise los cuadros básicos y me dará la razón!

Sinnúmero de obstáculos tienen que salvar quienes padecen de artritis reumatoide, lupus eritematoso u osteoatritis, por solo citar. Desde la mala prescripción con efectos secundarios de los desinflamatorios hasta las modernas torres de control, tan frías y, en no pocas ocasiones, desatinadamente estrictas, desde el punto de vista de expertos reumatólogos.

Los recortes en los dineros están enviando de forma imperdonable al cadalso de la invalidez a quienes por nacimiento portan genes de la artritis. Yucatán ocupa el primer lugar mundial en el reumatismo deformante más temido, que flagela a la mujer en edad reproductiva y productiva, lacerando desde sus cimientos al pilar más sólido e importante de una sociedad. Cuántas ausencias laborales, a juntas de padres de familia y paseos dominicales socavan la estabilidad de tu familia.
Quiero comentarles que el Colegio Mexicano de Reumatología, A.C., con sus cerca de 800 especialistas, ha tocado puertas tanto de universidades como de instancias centrales del sector salud. Pretextos han sobrado para no incluir en su currícula la materia, ni ampliar los insumos necesarios para acotar las secuelas que condicionan los “reumatismos”.

La balanza aún no está equilibrada desde la perspectiva de especialistas y pacientes. Tenemos la esperanza de que el titular de la Secretaría de Salud nacional ponga un alto a tan desafortunado devenir y de tajo quite la venda que ha obnubilado la razón de quienes jamás han estado en una silla de ruedas, mutilando la esperanza de un renovado e indoloro amanecer.

Lo más leído

skeleton





skeleton