Todavía no se inicia la cuarta transformación que encabezará el presidente electo Andrés Manuel López Obrador y las consecuencias de sus actos ya se empiezan a reflejar, como es el caso de la caída de la Bolsa Mexicana de Valores, lo que podría generar que la próxima administración tenga menos recursos para cumplir sus promesas de campaña.

Si bien es cierto que las consultas pueden ser un buen ejercicio, se tienen que realizar con una metodología confiable. Ante estos asuntos, sus propios aliados ya empiezan a cuestionar a AMLO, y se suman las imprudencias de la nueva clase política dominante surgida de las filas de Morena.

Por lo contrario, el acercamiento de Mauricio Vila con el continente asiático dio como resultado la consolidación de una inversión de 65 millones de dólares, es decir, mil 326 millones de pesos al tipo de cambio actual, mediante la construcción de una fábrica de la firma Uchiyama Manufacturing Corporation (UMC), pues facilita su establecimiento en el corredor industrial de Hunucmá, donde generará mil empleos directos a corto plazo.

El gobernador platicó también con directivos de las empresas Korean Gas Corporation (Kogas) y Posco Daewoo, dos de las compañías globales más importantes de Corea del Sur, que manifestaron su interés en invertir en Yucatán para contribuir a garantizar el suministro de gas natural que requiere no solo la entidad, sino la región.

Lo que lograría resolver de fondo el tema del suministro del gas natural y de los altos costos de las tarifas eléctricas.

Estas gestiones se empezaron a realizar en la administración que encabezó Rolando Zapata Bello y a las que Mauricio Vila les dio continuidad, demostrando una actitud madura y que se puede gobernar con una visión de Estado y culminar las acciones que contribuyan al desarrollo de Yucatán.

La actitud del gobernante contrasta con la conducta que en su momento demostró la gobernadora Ivonne Ortega, que quiso borrar del mapa todas las acciones emprendidas por el primer gobernador panista yucateco, Patricio Patrón Laviada, al abandonar la plataforma logística, los hospitales, etc., etc.

Los resultados están a la vista y la historia puede comparar acciones, actitudes y el desarrollo del Estado.

De concretarse esas inversiones, en Yucatán se podrán contrastar maneras de ejercer el poder: la de Vila y la encabezada por el gobierno federal, que pretende gobernar con la aplicación de programas sociales en donde el reparto de recursos será una prioridad, acciones que se podrán evaluar para medir si contribuyeron a bajar los índices de pobreza, pero también con la otra inversión que es la construcción del Tren Maya, que se podrá observar cuánto ayudó al crecimiento de la región más pobre del país.