Después de recibir todo tipo de descalificaciones, incluso su anunciada muerte, al fin se aplicó en esta semana el nuevo modelo educativo, pero, junto con él, también se convocó a una consulta ciudadana, para escuchar la voz y la experiencia de maestros y padres de familia, respondiendo así a la promesa de AMLO de construir una verdadera transformación educativa. Aun cuando la encuesta nacional pretenda escuchar ideas y propuestas para mejorar la educación y fortalecer su carácter laico, gratuito y plural, se tiene el temor de que las sugerencias se queden como siempre en el escritorio y que todo termine en otra simulación.

Para facilitar la participación ciudadana, se abrió desde el pasado 25 de agosto una plataforma en internet (http://porunacuerdoeducativo.com), donde se podrán registrar las ponencias y contribuciones de todo aquel que quiera participar. Quien no cuente con ese servicio digital podrá participar en cualquiera de los 32 foros estatales donde les serán recibidas en papel sus ponencias. Estos foros estatales de participación se llevan a cabo del 27 de agosto al 29 de octubre en diversas sedes universitarias, en colaboración con la Anuies y las universidades de cada entidad.

El primer Foro de Consulta Estatal Participativa se efectuó con la colaboración de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) el pasado lunes 27 de agosto, en el Centro de Convenciones “Dr. Manuel Velasco Suárez” de la institución, en Tuxtla Gutiérrez. El segundo foro se realizó en Durango el pasado 29 de agosto en el edificio central de la UJED. Hoy se inicia el tercer foro en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. En todos los casos las propuestas y ponencias deberán acompañarlas de un resumen de una cuartilla. También se pretende poner en marcha un ejército de brigadistas voluntarios para hacer visitas casa por casa buscando un diálogo social. Al final, toda esta movilización por el Acuerdo Nacional para una Educación con Equidad y Calidad para el Bienestar de Todos los Mexicanos tendrá como objetivo avanzar en la construcción de consensos que permitan una educación que supere los rezagos de la pobreza, la marginación y la exclusión y afronte con equidad y calidad los retos del futuro. Se lee bien, pero ¿podrá ser una realidad en un país donde impera la desigualdad social? Esperemos entonces la activa participación de los maestros yucatecos.