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El próximo viernes 30 de noviembre finalizará la temporada de huracanes 2018 en el Atlántico y nuevamente, según todos los indicios, la Península de Yucatán y en particular el Estado de Yucatán tuvieron otra vez la suerte de su lado, puesto que hasta hoy ningún ciclón tropical nos ha afectado y parece que ya no llegará por estos rumbos.

Si no sucede nada imprevisto, de nuevo nos salvamos.
Ya han transcurrido 16 años desde que el intenso huracán Isidore nos afectó, en el ya lejano año de 2002, cuando causó terribles daños al Estado de Yucatán y la Península en general y once años de que, en agosto de 2007, el poderoso meteoro Dean llegó a la zona con categoría 5 (fue el segundo de esa clase, desde Gilberto, en el año de 1988), que, con vientos de hasta 280 kilómetros por hora, destruyó la población costera de Majahual, en Quintana Roo, y le cambió la fisonomía a esa zona.

Es ya un lapso muy prolongado sin la presencia de un huracán el que hemos pasado en general en toda la Península de Yucatán, pues ya superamos el promedio entre una afectación y otra de un fenómeno de esa naturaleza, que es de nueve a 10 años para el Estado de Yucatán y de cinco a siete años para el Estado de

Quintana Roo.
Como ya les he dicho, es demasiado tiempo desde que un gran huracán no nos afecta y ustedes se preguntarán: ¿cuál es la explicación científica a esto? La respuesta es: ninguna, no hay una explicación científica que pueda dar sustento al porqué la Península de Yucatán no ha sido afectada por ningún huracán sobre todo intenso.

La respuesta más lógica es la suerte, nada más, no hay otra explicación. Los yucatecos hemos corrido con mucha suerte y de aquí surge otra pregunta: ¿cuándo acabará esa suerte?

Y la respuesta es: nadie sabe; lo que sí es seguro es que acabará sin ninguna duda algún día, pero he visto con gran preocupación que toda una generación no ha vivido un huracán y eso sí causa desasosiego porque, al no haberlo vivido, ya no creen que Yucatán es y ha sido una zona afectada por huracanes.

Lo peor es que los que ya lo vivieron tienden a relajarse y eso sí es otro gran problema.
Seguimos la otra semana con el mismo tema, si les parece.n

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