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El mes de julio recién pasado ha sido uno de los menos lluviosos en los últimos 20 años, y para que esta baja precipitación pluvial ocurriera se conjugaron varios factores, entre ellos la llegada a la región del polvo del Sahara y la entrada de aire más seco que hizo que las pocas ondas tropicales que nos alcanzaron no dejaran importantes acumulados de lluvia.

Ésta ha sido una de las canículas más intensas de los últimos años y lógicamente al no haber lluvias pues las temperaturas se fueron para arriba, presentándose registros de calor sensiblemente altos y pocas veces vistos para un mes de julio, hasta donde se recuerda.
La única forma efectiva de poder mitigar el calor son las lluvias que se espera caigan en los próximos días, pues, si no hay lluvias, el calor será fuerte.

A propósito, ya comenzó el mes de agosto a tambor batiente con las lluvias, pues solo la semana pasada las ondas tropicales 26 y 27 dejaron acumulados de 130 mm de altura de lámina de agua en la zona nororiente de la ciudad de Mérida y los acumulados en otras zonas de la ciudad estuvieron altos también.

En dos días llovió más que todo el mes de julio pasado y con esas copiosas lluvias ya casi se alcanza el promedio para un mes de agosto que es de 150.2 mm de altura de lámina de agua, lo cual es muy probable que ocurra en estos días.

Sin embargo, las repercusiones en el campo por la Canícula tan fuerte que azotó a Yucatán han sido serios; muchos cultivos de temporal prácticamente se perdieron. Varios días sin lluvia, aunados a las altas temperaturas, dieron como resultado que lo sembrado se secara.

En relación con la temporada de huracanes, hay que decir que sigue bastante tranquila: ya llevamos cuatro ciclones tropicales formados a la fecha, pero llamó la atención que el mes de julio cerró con cero formaciones, algo también que no ocurría en muchas temporadas de huracanes.

Exhortamos a que esta pausa sirva para afinar la maquinaria en los preparativos por si nos llegara a afectar alguno. De este tema abundaremos en el siguiente artículo.

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