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Cuando nos enteramos que asesinaron a una persona en algún sitio, independientemente de su sexo o su edad, nos duele y nos duele mucho porque para que un país se sostenga todos somos valiosos y nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otro.

La vida merece ser protegida y no arrebatada a discreción de cualquiera que haya decidido que estorbamos, por ello cuando se comete un crimen queremos que el Estado agote sus facultades para que se haga justicia para la víctima.

Prácticamente todos los ciudadanos estamos de acuerdo con ello, nos lastima mucho el crimen organizado, nos aflige que se cobren vidas injustamente, nos lacera la impunidad de la que gozan los violadores, pero sobretodo nos indigna que hayan personas que sostengan que a los bebés en gestación se les pueda matar cómo si fuera un derecho.

Este 28 de septiembre se celebrará el “Día de acción global por un aborto seguro, legal y gratuito”, acción que está queriendo pintar de verde a todo el continente con unos pañuelos que hacen suyo este mensaje, sin embargo cuanta falsedad hay en el, en primer lugar porque el aborto como todo procedimiento tiene sus riesgos, es algo que va contra la naturaleza y lo único seguro que hay en este es que muere un bebé; gratis no hay nada, cuesta dinero y alguien tiene que pagar por ello y en este caso se le carga a los contribuyentes con nuestro consentimiento o sin el; y lo de legal se ha conseguido en algunos sitios con enormes triquiñuelas, cambiando las definiciones como se hizo en la ciudad de México para incorporar una figura “nueva” como la interrupción legal del embarazo que además es tramposa porque no están interrumpiendo nada sino cancelando definitivamente una vida.

¿No es la vida justamente el fundamento de todos los bienes y los derechos?, es más que eso, es la fuente y la condición necesaria de toda actividad humana y de toda convivencia social por lo tanto respetar la vida humana desde la concepción y hasta la muerte natural debiera ser una obligación.

Las campañas que escuchamos en los medios para prevenir embarazos inesperados no surtirán el efecto deseado si no se educa y se forma a las personas en el dominio de uno mismo, porque sólo aconsejando que usen preservativos o anticonceptivos nos ha colocado en los primeros lugares de embarazo adolescente y definitivamente optar por el aborto no es la mejor solución a los “problemas” de las jóvenes.

Legislar a favor del aborto además de matar a un bebé ¿No fomenta el machismo que tanto se quiere combatir?¿No refuerza la actividad del violador sobre su víctima? ¿No deja en enorme estado de indefensión y vulnerabilidad a la mujer? ¿Por qué la Ley no contempla que el padre se haga responsable de la vida del bebé que ambos procrearon?

El Estado debía trabajar más asignando recursos que protejan y resguarden la vida de estos seres inocentes y a las mujeres en condiciones adversas, antes que recurrir a prácticas de exterminio “legal” que dejan terribles secuelas en las futuras madres que se los practican.

La buena noticia es que Latinoamérica está despertando y cada vez hay más personas dispuestas a alzar la voz para salvar las dos vidas, la Ola Celeste ya está aquí y muy pronto se hará sentir con miles de pañuelos azules ondeando por toda la República para dejar muy claro que en México toda vida importa y no queremos a nadie menos.

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