Una forma de maltrato es el abuso sexual infantil (ASI), el cual es un tema tabú en la sociedad, pero que desafortunadamente es un fenómeno presente y mucho más frecuente de lo que se piensa.

El ASI puede definirse como cualquier conducta con sentido sexual en la que haya contacto físico o no (tocar o ser tocado, besos, caricias, palabras, exhibición de los órganos sexuales y/o fotos o películas pornográficas) hacia una persona con menor poder y/o jerarquía, a partir de la cual el abusador obtiene gratificación sexual.

No implica necesariamente violencia, pero a través del control hay violación del espacio físico, psicológico, sexual, social e incluso espiritual del menor a diferencia de la explotación sexual infantil en que el menor se convierte en “mercancía” para el explotador, pero más allá de esta diferencia AMBOS SON DELITOS.

Es importante señalar que el ASI no ocurre de la noche a la mañana, por lo general el abusador es un familiar (padres, abuel@s, tí@s o herman@s, etc.) o conocido (padrinos, vecin@s, amig@s de la familia, maestr@s o cuidador@s del menor), que lenta y progresivamente va ganando la confianza del menor y abusar de él. El abuso, de detectarse, puede ser reciente o de muchos años de evolución.

El abusador/a, por lo general trata de no dejar huellas en el cuerpo del menor. No existe un “perfil” del abusador, puede ser  un familiar o un conocido y sólo ocasionalmente el ASI es causado por un extraño.

Puede ocurrir en cualquier familia, independientemente del nivel socioeconómico; se admite que puede ocurrir en niñas, niños y adolescentes (considerando que se es menor hasta no cumplir los dieciocho años, según nuestras leyes). Más de ASI en siguientes colaboraciones.