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La mentalidad popular yucateca ha compuesto refranes y dichos que se refieren a temas diversos, a continuación expreso algunos de los antaño más utilizados como “Alábate ibes en tiempos de ch’ilibes”, paráfrasis del conocido “Alábate coles en tiempos de frijoles”, que se decía cuando se oía hablar a un “yoísta”, egocéntrico que alardeaba de sus éxitos o hazañas, un “henequén” como se diría hoy día. Los ibes son una variedad regional del frijol lima, y los ch’ilibes son ramas delgadas y secas.

La expresión coloquial “Haber pan en el lek”, aún usada, indica que una persona goza de buena situación económica. También se dice de las mujeres recién embarazadas. Lek es en Yucatán el recipiente donde se guardan tortillas.

En temas de la suerte, el refranero yucateco registra: “Más vale tener suerte que ser agraciado”, es algo así como “La suerte de la fea, la guapa la desea”. Esta forma clásica puede decirse también de un hombre; además se usa en un sentido más amplio, cuando la fortuna sonríe a una persona poco agraciada.

“Las cosas de Yucatán dejarlas como están”, es como “Deja las cosas así, no le muevas”, “Mejor déjalo de ese tamaño”. Expresión del interesado inmovilismo grato a los privilegiados
Un dicho que hace referencia a una persona ruin es “Ser más malo que la sombra del chechén”, cierto árbol ponzoñoso cuya savia produce dermatitis aguda.

Encontramos también refranes hiperbólicos como “En Mérida, si es gratis, hasta las puñaladas”, que critica a quienes son capaces de coger o aceptar cualquier cosa siempre y cuando sea gratis. O esta expresión familiar “Más vale que nos haga daño y no que se eche a perder”, comer de más algún alimento para no tirarlo a sabiendas que puede causar daño.

A veces los refranes contienen palabras soeces o de doble sentido que pueden producir en el oyente una sensación de insulto o de agresión, como: “Que cada quien haga de su capa un sayo y de su culo un papagayo”, versión yucateca del dicho español “Que cada quien haga de su capa un sayo” y significa “obrar alguien según su propio albedrío y con libertad en cosas o asuntos que a él sólo pertenecen o atañen”. Sayo es una prenda que cubre casi todo el cuerpo.

Pueden ser vulgares, como “Tranquear al zorro”, zorro se le llama en la península a la zarigüeya, y equivale a tener sexo o fornicar, y que entre los chilangos sería algo así como: “Ponerle carnita al tamal”, “Despeinar la cotorra”, “Gratinar el mollete”, “Checar el aceite” o “Hacer cuchi-cuchi”, entre otros.

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