Las otras mujeres

Las mujeres rurales representan más de la cuarta parte de la población mundial.

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En esta fecha las Naciones Unidas celebran el Día Internacional de las Mujeres Rurales con el tema “Infraestructura, servicios y protección social sostenibles para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas rurales”, un larguísimo título para otorgar más poder a las mujeres. ¿Será?

Esta lectura me recordó una conversación que tuve hace unos meses con una oaxaqueña, quien laboraba en un salón de belleza y me relataba que ella quería ser muchas cosas en la vida, menos la esposa de un campesino. Explicaba que son las que más trabajan, ya que dedican tiempo a la cocina, a la siembra, a lavar, a llevar la comida al campo, a cuidar a los hijos, a llevar lo que cosechan al mercado a vender, a la educación. Una historia de nunca acabar.

De acuerdo con cifras de la ONU, las mujeres rurales representan más de la cuarta parte de la población mundial y de ellas un 43% trabajan en zonas rurales en los países en desarrollo, pero al final son afectadas por la pobreza, la exclusión y los efectos del cambio climático y ambiental.

Eso significa que casos como el de Ema se repitan en diferentes zonas del país, donde hay que colectar lo que sea que sirva para producir combustible para calentar los alimentos o la vida misma, sin entender que eso provocará muertes prematuras debido a tecnologías ineficientes.

Hace unos días conmemoramos el día de las niñas, también afectadas por problemas de salud causados por la contaminación del aire en los hogares debido al combustible que utilizan.

Los compromisos de la Agenda 2030 en materia de igualdad de género de la ONU indican que se deben destinar suficientes recursos y acciones de gobierno. Paradójicamente se prevé que 124 países disminuyan su aportación este año, lo que afectará las medidas de protección y servicios sociales de los que dependen tantas mujeres y niñas rurales. Yo mientras, aprovecho que es lunes para compartir con otras mujeres que siguen con la convicción de que tendrán buen resultado en su lucha. ¡Que sea feliz!

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