Personalmente toda mi vida he amado el arte de la música, lo que me ha motivado a ir más allá del hobby y del status “cliente”, pero esta sublime expresión de la genialidad conceptual en el ser humano, también tiene sus tropiezos y detractores. Lean con atención dos experiencias que viví.

Fui invitado a formar parte hace años, de un proyecto multidisciplinario por parte del maestro Luis Luna Guarneros (q.e.p.d.) similar a “Nortec Collective”, con música, fotografía, performance, pintura, y más expresiones artísticas y en donde todo parecía en la primera y única reunión sobre el tema marchar perfectamente, pues cuento con la amistad de exponentes de cada disciplina con talento increíble, recuerdo que en esa época ya íbamos a aplicar el famoso “Video Maping” que yo hacía de tiempo atrás y no se había popularizado como tal, para lo cual el maestro invitó al entonces director del Centro de Artes Visuales, su nombre no lo recuerdo (hombre de pelo cano), pero al plantearse el proyecto sus únicas palabras fueron: ¿Música electrónica? Esas son pen… Al tiempo que daba media vuelta y salía de la oficina. Jamás sucedió ese genial proyecto del maestro Luna.

Segundo caso: Escuché de boca de un popular “trovador” yucateco, en una reunión de producción informal, un desagradable comentario cuando “alguien” mencionó la producción electrónica y dj’s, y lo que dijo fue simple, con dejo de desprecio, (que yo califico como ignorancia, claramente no sabía que yo me dedicaba a eso): ¡Naaaa! Esas son mam… () ¿Cuánta similitud en su expresión, verdad?

Contrariedades: Las directivas culturales erogan una impresionante derrama económica al pagar “fee” de artistas (de los mismos géneros propuestos anteriormente) y todos sus gastos desde sus países de origen para ser presentados en los festivales por estación, cuando NO VOLTEAN a ver el talento local, donde en muchos casos rebasan el nivel artístico de muchos extranjeros que también la mayoría de las veces sacan, de quién sabe dónde, pues si nosotros que nos dedicamos a esto no los conocemos, ¿con qué argumentos traen a artistas que sólo ellos conocen? Mismos festivales que dan todas las facilidades a estos visitantes para su desempeño artístico (escenarios, audio, iluminación, viáticos, etc.) y a los locales que incluyen SI NO SON TROVADORES les ponen todas las trabas, recursos limitados y mínima difusión. 

¿Parece queja? Lo es.

Pues mientras los directivos sigan siendo especialistas sólo en “algo”, nunca tendremos la visión de verdadera gente culta y de mundo, abierta a la propuesta y apoyo a su propia gente.

No sólo de trova vivimos… ¿Sabemos sobre eso? ¡Claro! En el siguiente texto abundaremos en el tema, mientras tanto Groove on!