Los claroscuros del cambio

Atravesando una situación política inédita en el estado...

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Atravesando una situación política inédita en el estado, Carlos Joaquín González rendirá el próximo sábado su Segundo Informe de Gobierno que representará también la entrada al segundo tercio de su mandato, que por lo común es el periodo en el que los gobernadores consolidan su gestión y alcanzan el pico de su poderío.

 

A pesar de las circunstancias adversas, esto no tiene porqué ser diferente en el caso de Carlos Joaquín, quien seguramente destacará los logros de su administración -que no son pocos- en su rendición de cuentas, pero que también tendrá que refrescar a su equipo de trabajo, eliminar algunas piezas del tablero y enrocar otras a fin de entrar a este crucial punto de su gobierno de la mejor forma posible.

 

Como ciudadano, estoy convencido que en estos dos años existe mejoría en muchas áreas, aunque la natural polarización que existe en una sociedad golpeada y cansada de tantas malas experiencias y la falta de una política de difusión eficiente ha impedido el justo reconocimiento de lo que se ha hecho bien.

 

Tan solo el haber mantenido a flote la operatividad del estado después de recibir finanzas quebradas con una deuda lapidante es un punto a destacar, así como la disciplina en el gasto, con lo que se ha logrado pagar cientos de millones de pesos en deudas atrasadas de prestaciones de los trabajadores estatales al Issste, retenciones salariales no pagadas a terceros, masivas deudas con proveedores y otras herencias nefastas del oscurantismo borgista.

 

Mención aparte merece el compromiso de Carlos Joaquín de mantener un gobierno abierto y tolerante, lo que se percibe en una prensa más libre, en una sociedad más participativa y exigente, e incluso en un ambiente político más diverso y democrático.

 

Pero también hay áreas oscuras del actual gobierno que han permeado de manera negativa en la opinión pública, desesperada de acciones tangibles para el quintanarroense de a pie.

 

El gran tema, por supuesto, es la inseguridad que ha golpeado inmisericorde a la zona norte de la entidad en 2017 y 2018. Es, sin ninguna duda, el principal reclamo ciudadano, pues las cifras rojas siguen a la alza a pesar de los esfuerzos para fortalecer a las corporaciones policíacas.

 

Es un hecho que el gobernador abordará este espinoso pendiente en su informe, ya que hay planes en marcha que aún tendrán que demostrar su eficacia en el futuro próximo.

 

En el sur, lo que más duele es el escaso crecimiento económico y la falta de consolidación de proyectos detonantes, tan esperados por los habitantes de la zona que han estado conviviendo con una dura crisis durante el último lustro.

 

El gobierno de Carlos Joaquín aún es joven; en estos dos años se han colocado cimientos importantes en su administración para entrar, ahora sí sin pretexto alguno, a la esperada etapa de consolidación y crecimiento.

 

 

 

 

 

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