Entrenamiento de élite

Una mañana de julio de 1994, nos despertó en el Batallón de Infantería de Marina

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Una mañana de julio de 1994, nos despertó en el Batallón de Infantería de Marina de Fusileros Paracaidistas, en la Ciudad de México, un alboroto en el patio principal. Un grupo de marinos, en traje de deporte, eran bañados a manguerazos tras la primera actividad del día, acondicionamiento físico, que incluía el paso por la pista del infante y los primeros saltos desde una torre.

Se trataba de la enésima generación de paracaidistas, un curso que los pioneros recibieron en el Fuerte Sherman de Panamá, en 1976, y lo replicaron en México al personal naval, incluidas mujeres, que portan orgullosos sus boinas y alas en el pecho y que forman una fuerza de élite para operaciones de alto impacto.

En 1987, oficiales de la Marina y del Ejército efectuaron en Guatemala el Curso Internacional de Adiestramiento y Operaciones Especiales Kaibil, considerados las fuerzas especiales mejor entrenadas de América Latina. Sometidos a un adiestramiento rudo, de sobrevivencia en condiciones extremas en la selva del Petén guatemalteco llamada "El infierno", por sus 38 grados de temperatura, al egresar recibían la boina púrpura (color de la sangre) y el parche negro-amarillo (colores que en la piel de un ofidio indican la letalidad de su veneno) que los acreditaba "kaibiles".

Ya en 2001 se crearon los primeros grupos de Fuerzas Especiales, en el Golfo y en el Pacifico, en apoyo a las Fuerzas de Reacción Anfibias.

Hoy, la Marina cuenta en Valle de Bravo, Edomex, con un nuevo Centro de Entrenamiento Avanzado (inaugurado el martes por el presidente Peña Nieto y el Secretario de Marina). Con siete edificios para albergar hasta 2,500 elementos, tiene múltiples pistas y simuladores tácticos de vanguardia para adiestrar al personal naval en emergencias en desastres naturales, estrategias de seguridad, combate al narcotráfico y piratería. Además cuenta con un centro canino generado por las áreas de reproducción, adiestramiento y unidad operativa, para formar binomios especializados –los seguidores de la famosa “Frida”.

El secretario de Marina destacó el resurgimiento de los "Coachil", marinos guerreros de fuerzas especiales, que serán sometidos a los más altos límites de capacidades en circunstancias extrañas "hasta dar la vida, con humildad", pero con pleno reconocimiento de los derechos humanos.

Esta profesionalización de la naval con los más altos estándares, se enmarca en su responsabilidad de coadyuvar a tener un México más justo, seguro y en paz.

 

"Las Alertas"

 

Como parte del adiestramiento del personal de su personal, la Marina realizaba cada año –hasta finales de los 80– sus Operaciones "Alerta" en Puerto Cortés, Baja California Sur (en el Pacífico) y en San Luis Carpizo, Campeche (en el Golfo de México). Se trataba de ejercicios navales que incluía buques de guerra, unidades de Infantería de Marina y aeronaves. Los marinos se adiestraban 20 días en tierra, en condiciones extremas, y 20 a bordo de buques.

El ejercicio final consistía en un desembarco con fuego real, que coronaba el esfuerzo de poco más de un mes en que almirantes, capitanes, oficiales, clases y marinería forjaban el espíritu de cuerpo. Participamos, en 1986, en una de las última Alertas en Carpizo, que luego fue Centro de Capacitación y Adiestramiento Especializado de Infantería de Marina, se puede decir que son antecedentes del moderno Centro de Entrenamiento Avanzado inaugurado esta semana, lo que demuestra que la Armada siempre está en constante evolución para enfrentar los retos presentes y futuros.

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