El pasado 1 de julio no solo se renovaron los poderes federales y los de algunas entidades de la República Mexicana, también se eligió la histórica cantidad de mil 596 presidencias municipales. Los mandatarios locales recién electos enfrentarán una serie de retos de tal suerte que al ganar la elección quizá hayan ganado la “rifa del tigre”. Y es que en una visión futurista me hace suponer que habrá una sequía financiera general ya que con el nuevo Congreso, la Cámara de Diputados y Senadores y el Poder Ejecutivo en el mismo partido político, Morena; las cosas van a cambiar necesariamente. Lo cierto es que será después del 20 de octubre la fecha cuando conozcan los 32 gobernadores y los 2,400 municipios a que le van tirando presupuestalmente.

 

Sin embargo en Quintana Roo existen hasta el momento finanzas sanas tanto en el gobierno estatal que encabeza Carlos Joaquín González como en algunos municipios; por ejemplo en el caso de Tulum con Víctor Mass Tah no se vislumbra mayor problema para la gestión de recursos ya que desde hace algunos meses atrás ha sostenido reuniones a nivel federal con importantes empresarios y funcionarios que reafirmaron el apoyo para consolidar aún más al noveno municipio.

En el mismo tenor se encuentra el municipio de Felipe Carrillo Puerto con José Esquivel Vargas el cual tiene en la mira importantes proyectos para dicha zona destacando la apertura turística de la zona de playa y lagunas que permitirán generar fuentes de empleo y desde luego derrama económica. Isla Mujeres con Juan Carrillo Soberanis, Puerto Morelos con Laura Fernández Piña, Solidaridad con Laura Beristáin son algunos de los municipios que ya han tomado sus previsiones para lo que vendrá.

 

Lo que es una realidad es que los gobiernos municipales se encuentran inmersos en un conjunto de crisis y dificultades, que sumadas a las presiones ordinarias de los ciudadanos, pintan un panorama nada halagador.

Por un lado, los ayuntamientos del país tienen dificultades financieras fuertes. La crisis económica ha mermado su ya de por sí limitada capacidad recaudatoria, a lo cual se agregan las restricciones jurídicas que la nueva regulación les ha impuesto para la contratación de deuda pública.

Pero eso no es todo ya que con este panorama las nuevas autoridades municipales tienen que cumplir además con lo que establece el artículo 115 constitucional: proveer de servicios a los ciudadanos en materia de agua, alumbrado, basura, mercados, panteones, rastros, calles y jardines, seguridad pública y tránsito, así como la planeación del desarrollo urbano, lo cual en los inicios de algunos municipios no se está cumpliendo ni a la mitad.

 

Además de esto, los recortes están obligando a poner al mínimo el costo administrativo de los municipios; seguramente la gran mayoría se encontrará deudas con proveedores de insumos y hasta de los más elementales servicios como teléfono, agua, energía eléctrica e internet. Es así que el gran reto para los nuevos alcaldes es tener a los mejores hombres y mujeres al frente de las direcciones de Administración, Finanzas, Contraloría y Programación pues serán ellos los que podrían resistir con una buena planeación los recortes.