Como una plaza pública, así comparó Jack Dorsey, director general de Twitter a las redes sociales ante la comisión del Senado de Estados Unidos, por la investigación de la trama rusa que supuestamente llevó a @realDonaldTrump_ a la presidencia.

 

Junto con la directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg; Dorsey encaró las preguntas de los legisladores sobre el papel de las redes sociales en la difusión de noticias falsas, manipulación de audiencias y la creciente presencia de usuarios nocivos que realizan tales actividades.

 

De ahí salió su singular comparación, pues a decir del directivo, las redes sociales por sí mismas no son capaces de ejercer un control verdadero sobre el contenido, pues como en una plaza pública, todos pueden decir lo que deseen, siendo la moral, costumbres y condiciones propias de cada sociedad, las que determinen qué o quién comete actos impropios.

 

Sin embargo, esta situación no satisfizo a los senadores. Desde su punto de pista, internet y las redes sociales son peligrosamente libres e incontrolables para sus creadores (Facebook, Twitter y Google) por lo que –y aquí viene lo bueno- ven necesaria la futura intervención del gobierno.

 

Y antes de que apuntemos hacia nuestro villano favorito, el presidente Trump, la cuestión que evidencia las intenciones del gobierno viene del senador demócrata Mark Warner: “La era del salvaje oeste en redes sociales se va a acabar. Adónde vamos desde aquí es una pregunta abierta”. Una pregunta cuya respuesta podría no ser nada, pero realmente nada agradable.

 

Cierto es que esto está pasando en Estados Unidos, pero México no es ajeno no sólo a los intentos de control, sino a la desmesura en redes sociales. Entendemos bien al director de Twitter y su simpática ideología, en nuestro país los usuarios han transformado a la red en un pandemonio de declaraciones, mentiras y medias verdades que ya caen en lo preocupante, situación que aleja a quienes tienen buenas intenciones.

 

No es la mano de las redes sociales y mucho menos la del gobierno, la que tiene el poder de ordenar el mundo de las redes sociales. Somos nosotros los usuarios quienes debemos tomar la batuta para evitar las influencias externas como la trama rusa, el actuar de los bots y trolls, porque en la medida que lo logremos, cerraremos espacios para la intriga. Nada más veamos lo que sucede en Estados Unidos, y hasta qué grado de importancia tienen las noticias que en internet se comparten.

 

Recordemos que en estos convulsos tiempos, un “me gusta” no es gran cosa, pero millones de “likes”, son capaces de transformar la realidad en un producto que no necesariamente nos servirá para algo bueno.