En una zona norte del estado que registra problemas crecientes y que requieren de atención inmediata, urgente, con índices de violencia incesantes, con niveles de sargazo nunca antes visto en sus playas, con un crecimiento poblacional explosivo y con graves males de movilidad, llega a partir del próximo mes un momento histórico, con la asunción de seis presidentes municipales con las expectativas más altas entre su población, con un nivel de confianza inédito en la entidad.

Estos “Tigres del norte” asumen sus respectivas alcaldías emanados de diferentes partidos políticos, pero que coinciden en la aprobación de la inmensa mayoría de la población que habrán de gobernar y que por ello entran con el compromiso de combatir los enormes males que hoy aquejan a la zona.

En el municipio con mayor población y, por ende, el que más problemas registra, como es Benito Juárez, entrará Mara Lezama con la bandera de Morena, partido que hoy se encuentra en plena efervescencia a nivel nacional y que puede presumir que más de la mitad de los mexicanos lo aprobaron a través del voto.

Apoyada por propios y extraños en su candidatura y durante la campaña, la (ex) locutora radiofónica será la presidenta municipal más observada en la historia no sólo del municipio, sino de Quintana Roo. Ella lo sabe y por eso es que desde hace semanas se ha dedicado a reclutar, a seleccionar minuciosamente a la gente más experimentada y profesional para acompañarla en la experiencia de gobernar Cancún, el destino turístico más importante del país.

 En Puerto Morelos, el municipio más joven del estado (y quizá de México) Laura Fernández Piña continuará con la encomienda de presidir, al ser la primera munícipe reelecta en el estado, a través de una decisión tomada por la mayoría de población local, gracias a que la alcaldesa ha logrado mucho con tan poco, ha demostrado su trabajo con la transformación de ésta que hasta hace poco era una delegación de Benito Juárez, un lugar históricamente abandonado y que hoy empieza a lucir diferente, haciendo honor a la distinción de “pueblo con encanto”.

Laura Beristáin Navarrete entra a la presidencia de Solidaridad no sólo con la etiqueta de su partido Morena, sino con el reconocimiento de una mujer decidida, aguerrida y trabajadora, al haber derrotado al gobierno frentista (PAN-PRD) en algo que se antojaba casi como una misión imposible, dados los apoyos y cariños de poder que existían hacia su aún presidenta municipal, a quien logró derrotar en las urnas.

Lo mismo Nivardo Mena Villanueva, quien al igual que Andrés Manuel López Obrador logró vencer la marca del 50 por ciento de los votos a su favor, superando por más del doble a su más cercana contendiente. Emanado del Partido del Trabajo, el nuevo presidente tendrá el reto de terminar con tantas carencias y abandono en el que se mantiene sumido al municipio de Lázaro Cárdenas, uno de los que mayor potencial tiene en la entidad.

De Pedro Joaquín Delbouis poco se podrá decir si se toma en cuenta el reconocido apellido, en una dinastía que ha dado a Quintana Roo dos gubernaturas, pero que tendrá frente a él un cúmulo de trabajo para recuperar la tranquilidad de la que siempre presumió la Isla de las Golondrinas.

Finalmente a Juan Carrillo Soberanis en Isla Mujeres se le debe reconocer no sólo el haber logrado la reelección, sino el haber sobrepasado el momento más amargo para el priismo en el país, el haber mantenido la confianza de la ciudadanía, pese a los ataques que pusieron en evidencia los malos gobiernos emanados del PRI, su partido. Carrillo Soberanis tiene frente a él el compromiso de al fin detonar la zona continental de su municipio.

Estos son los seis “Tigres del norte” que en un mes estarán rindiendo protesta en un histórico nivel de aceptación por parte de una población esperanzada en su buen desempeño, en el combate a tantos problemas que hoy aquejan a sus respectivos municipios. Ellos deben estar conscientes de ello, de su enorme compromiso que, de no cumplirlo, la zona norte de Quintana Roo pudiera caer quizá en problemas irreversibles.