Compromisos u ocurrencias de campaña para no quedar en evidencia ante la cargada de electores, que hartos de sus circunstancias históricas gubernamentales, procedieron a dar un voto de confianza al licenciado Andrés Manuel López Obrador para ocupar la presidencia de la República Mexicana después de, aproximadamente, 18 años en campaña, sin considerar razonablemente las promesas políticas de una persona que no duda en ofertar lo que los ciudadanos quieren escuchar.

La procedencia de sus actos, al parecer, lo tienen sin cuidado y sustentado en una insaciable ambición de popularidad, la tercera ronda de campaña es la de agradecimiento hacia los electores que lo llevaron al triunfo y después seleccionar un equipo para acompañarlo en el ejercicio administrativo gubernamental.

Lo anteriormente expuesto da por sentado realizar una consulta, plebiscito, sondeo o lo que usted considere, estimado lector, lo cierto es que el pueblo se ha manifestado en los espacios altamente simpatizantes de AMLO y una previa campaña de inducción hacia determinada propuesta que hiciere valer la cancelación del proyecto en construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, NAIM.

La consulta popular de marras, se realizó entre una población de un millón quinientos mil personas de un padrón de electores de 85 millones de ciudadanos inscritos en la lista del Instituto Nacional de Electores, aproximadamente; mesas de recepción de votantes sin folios del número a encuestar o para el escrutinio y cómputo; individuos que probaron y sufragaron por hasta 3 o 5 veces, sin afirmar; conteo de votos sin validar número o certificar hacia que se pronunció.

Lo cierto es: que los lugares para votar cerraron a las 6 de la tarde del domingo 28 de octubre, sin certificar, y los pronunciamientos en favor o contra de las opciones de Texcoco o Santa Lucía se contaron n privado y obviamente, el día 29 por la mañana, ofreció AMLO, una conferencia para declarar la validez del proceso de consulta ciudadana con un aproximado de 69 % a favor del aeropuerto militar en Toluca, Estado de México.

Al mismo tiempo, se pronunció firmemente en la definitiva cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cuyas obras, en afirmaciones de accionistas e inversores, tienen un avance del 30% y un costo de 60 mil millones de pesos; la reacción inmediata produjo una devaluación de nuestra moneda para rebasar los 20 pesos y propiciar la caída de la Bolsa Mexicana de Valores y baja en los precios del barril de petróleo pesado en la cotización internacional.

Qué hay de cierto en el contexto del sondeo acotado realizado por los encargados, por instrucciones de AMLO, que valga el comentario, pudiera crear una burbuja inflacionaria antes de rendir protesta constitucional a la presidencia de la república, mientras Enrique Peña Nieto afirma y confirma que las obras en NAIM, continuarán hasta el 30 de noviembre del 2018 y ¡Al tiempo!